'Estelades', carteles con simbología independentista y el color amarillo han inundado este puente las carreteras francesas. Centenares de coches y autocares han realizado un viaje hacia la capital europea, donde, desde el pasado 30 de octubre, se encuentran el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, y los 'exconsellers' Meritxell Serret, Toni Comín, Clara Ponsatí y Lluís Puig.

Han recorrido casi 1.400 kilómetros de asfalto para reunirse en la multitudinaria manifestación, convocada por las organizaciones civiles Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, que tendrá lugar este jueves 7 de diciembre y que finalizará delante de la sede de Consejo de la Unión Europea. Miles de catalanes participarán en la marcha para protestar en contra de la aplicación del artículo 155 y pedir la libertad del 'exvicepresident' Oriol Junqueras, el 'exconseller' Joaquim Forn y los dos 'Jordis'.

En total, han sido 250 los autocares de la ANC que emprendieron el viaje ayer por la mañana desde más de 100 localidades catalanas. "Vamos con la voluntad de hacernos oír", afirma Octavi, que partió a las 5.30 horas de la mañana desde Sant Vicenç de Montalt con 50 personas más. Desde esta localidad salieron tres autocares y los vecinos afirman haberse organizado a través del "movimiento de la gente y el boca a boca". Octavi, al igual que todos aquellos que organizaron este viaje a través de la ANC, ha pasado esta noche en Bruselas y retomará el trayecto de vuelta después de la movilización.

De paso, turismo

Sin embargo, otros han decidido organizar el recorrido por su cuenta y aprovechar el puente de diciembre para visitar otros destinos europeos cerca de la capital belga. Gabriel, Roger y Marc son tres chicos que vienen de Vic y aseguran que intentarán viajar hasta Ámsterdam después de asistir a la marcha independentista. Los tres jóvenes se disponen a aventurarse en la carretera sin haber reservado hospedaje para pasar ninguna noche. "Llevamos una tienda de campaña y sacos de dormir por si tenemos que acampar".

Al igual que para estos chicos, el frío no es ningún impedimento para el grupo de moteros que ha decidido invadir las carreteras con la intención de llenar Bruselas. Jordi, de Barcelona, explica que se unió a esta iniciativa a través de Facebook, donde encontró hasta 500 moteros más dispuestos a compartir esta experiencia.

No es la primera vez que organizaciones de amantes del motor, como Motards per la Independencia, emprenden este tipo de iniciativas. Cada 11 de septiembre, Joan, de Calella de Palafrugell, conduce con su moto hasta Barcelona para celebrar la Diada. Esta ocasión, sin embargo, es especial para él, que expresa su admiración y destaca "la capacidad de movilizar a tantísima gente".

El papel de las redes sociales

Las redes sociales han adoptado un papel esencial en la organización de este acontecimiento. No solo por las iniciativas que ofrecían diferentes vías para llegar a Bélgica, sino porque durante el trayecto han servido para advertir a los conductores y aconsejar las rutas más rápidas. Como muchos otros, Pep, que viene de L'Hospitalet de Llobregat, pudo evitar la congestión que se produjo ayer a primera hora de la mañana en la AP-7 por un accidente en el que se incendió un coche. Lo hizo gracias a Twitter, donde a través del hashtag #OmplimBrusselles pudo enterarse de las diferentes dificultades que presentaba la ruta.

El martes por la noche, Puigdemont envió un mensaje a todos aquellos que ya habían iniciado este viaje o estaban a punto de hacerlo. El 'expresident', que se presenta como candidato para la lista de Junts per Catalunya en las elecciones del próximo 21 de diciembre, pedía a los manifestantes que llenaran las calles de Bruselas de color amarillo. El color protagonista de esta marcha hacia Bélgica y a su vez, centro de una polémica electoral en Catalunya.