El resultado de las elecciones autonómicas y municipales de mayo se presenta incierto. También el de las generales, que tendrán lugar en noviembre si el Gobierno no decide adelantarlas o bien alargar al máximo esta legislatura. En muy pocas localidades y comunidades se vislumbran claras mayorías. En el Congreso de los Diputados, parece imposible a la luz de unas encuestas que reflejan un resultado muy ajustado entre el PP, el PSOE y Podemos. Ante este escenario, el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, ha esbozado este martes un argumento que su partido comenzará a utilizar a partir de ahora. "El único partido que puede llegar a acuerdos es el PSOE. No puede Podemos, porque intenta construir pactos sociales de rechazo. Y tampoco puede el PP, porque está deslegitimado", ha sostenido el jefe de la oposición.

Ante las distintas interpretaciones que suscitan sus palabras sobre los pactos poselectorales, en parte debido a que no se ha pronunciado con claridad en otras ocasiones, Sánchez ha sido rotundo a la hora de negar una gran coalición entre el PP y el PSOE, al estilo de la que existe en Alemania. El líder socialista ha hablado en todo momento de acuerdos concretos, indispensables para gobernar y aprobar leyes cuando no hay mayoría absoluta.

FÓRMULA IDÉNTICA

"No sé cómo decirlo ya. El PSOE votó en contra de Juncker [Jean-Claude, el presidente de la Comisión Europea] y fuimos ampliamente criticados. No habrá una gran coalición porque no es bueno ni para el sistema democrático ni para los españoles. No habrá gran coalición. Pero si queremos afrontar una reforma constitucional, tiene que haber un pacto entre los grandes partidos. También si queremos abordar pactos por la educación y por la energía. No habrá gran coalición, pero reivindico la política del acuerdo. No habrá gran coalición", ha dicho Sánchez durante el desayuno informativo organizado por Europa Press, rechazando hasta en cuatro ocasiones, y con la misma fórmula, la posibilidad de un ejecutivo conjunto con los conservadores.

El secretario general del PSOE tampoco se ve gobernando con Podemos, que ha roto el bipartidismo y ya es la primera fuerza en intención directa de voto. "No tengo ninguna preocupación. El PSOE está resurgiendo, recuperando la confianza de los españoles. A mí no me preocupa en absoluto ni un partido ni otro. Lo que me preocupa es que el PSOE construya una alternativa. El PSOE está hoy mucho mejor que hace unos meses", ha sostenido Sánchez, quien ha pedido al partido que lidera Pablo Iglesias que dé "menos lecciones y más explicaciones"” y ha criticado tanto su presunta indefinición ideológica como el hecho de que "reniegue de su programa de las europeas".

REFORMA CONSTITUCIONAL

Sobre el conflicto territorial en Cataluña, Sánchez ha vuelto a reivindicar su propuesta de reforma constitucional, criticando el "bloqueo" del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la "contradicción de los independentistas catalanes", que "quieren fortalecer Europa a través de separarse de una de sus partes, que es España". A su juicio, el actual enfrentamiento solo se solucionará mediante un cambio federal, que a su vez solo será posible cuando haya "un socialista en la Moncloa". Si tal cosa sucede, y él es el jefe del Ejecutivo, Sánchez se ha mostrado dispuesto a estudiar fórmulas para "descentralizar las instituciones". Por ejemplo, trasladar el Senado a Barcelona.

El secretario general del PSOE, por último, ha pedido "más recursos" contra la violencia de género tras los últimos casos conocidos y ha acusado al Gobierno de "presionar" al Consejo General del Poder Judicial para "quitar de en medio" al juez Pablo Ruz, que instruye el 'caso Gürtel'. "Lo único que pido es que le deje acabar su instrucción", ha concluido. También ha defendido la aprobación de una 'tasa Google' en España.