El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inicia este sábado en París su anunciada gira europea. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha recibido en el Palacio del Elíseo al jefe del Gobierno español para mantener una reunión en la que analizarán, entre otros asuntos, la respuesta que ha de dar la Unión Europea (UE) al problema migratorio.

Será el primero de una serie de contactos previos al Consejo Europeo de los días 28 y 29, donde los líderes deberían buscar un acuerdo después de meses de enfrentamiento por la gestión de las fronteras y la reforma del reglamento de asilo.

Tras el encuentro, el presidente francés anunció que propondrá a sus socios europeos la creación de centros de desembarco "en suelo europeo" desde donde se gestione la situación de los inmigrantes y se les reparta a los países de Europa.

"Necesitamos un camino claro de solidaridad, no tratar caso por caso", declaró Macron en París, al término de un almuerzo en el Palacio del Elíseo con el presidente del Gobierno español.

El presidente francés explicó que su propuesta, abordada ya con la canciller alemana, Angela Merkel, consiste en crear "centros cerrados en suelo europeo", en los que se tratarían los expedientes de los demandantes de asilo para agilizar los trámites y para devolver a sus países a aquellos que no gocen de ese derecho.

Sánchez tiene prevista una visita a Berlín, el 26 de junio, pero antes de eso pasará el domingo 24 por Bruselas, donde el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha convocado una cumbre informal para tratar de acercar posiciones antes del Consejo Europeo.

Rebajar expectativas

De hecho, la canciller alemana, Angela Merkel, ha tratado de rebajar las expectativas sobre esta cumbre, recalcando que no habrá conclusiones, solo una reunión de trabajo. A ella estaban convocados originalmente los líderes de Francia, Alemania, España, Italia, Grecia, Bulgaria, Austria y Malta, y también se han sumado Bélgica, Países Bajos, Croacia, Eslovenia, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Luxemburgo.

La portavoz del Gobierno español, Isabel Celaá, ha defendido este viernes que el "catalizador" de esa reunión fue la decisión de Pedro Sánchez de acoger en España el buque Aquarius, con 630 migrantes a bordo, después de que tanto Italia como Malta le cerrasen sus puertos.

El Ejecutivo de Sánchez considera que esa decisión ha sido un aldabonazo que obligará a los países miembros a abordar seriamente el tema de la política migratoria y no dejarlo pasar como un tema más de la agenda.

De hecho, el Gobierno español ha evitado cargar las tintas contra Italia, porque entiende que la gestión de las fronteras exteriores debe ser común y no dejar toda la responsabilidad en manos del país fronterizo de turno.

Sin embargo, la discusión no ha hecho más que empezar y la canciller alemana está bajo la presión de la CSU, el partido 'hermano' en Baviera de la CDU, que le ha dado un plazo de 15 días para alcanzar un acuerdo europeo.

Plataformas de desembarco fuera de la UE

Por su parte, la presidencia búlgara de la UE propondrá este domingo el cierre inmediato de las fronteras exteriores a los migrantes y la creación de centros especializados para ellos fuera de las fronteras europeas. Su esperanza es frenar las preocupaciones del llamado grupo de Visegrado --Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa--, que se opone al reparto de refugiados obligatorio en la UE.

La creación de esos centros de migrantes o "plataformas de desembarco", una idea lanzada por Austria, Dinamarca y Países Bajos promete ser otro aspecto contencioso.

El Gobierno español, por boca del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se ha mostrado dispuesto a estudiar los centros de migrantes, argumentando que, en función de quién los gestione y qué garantías tengan, pueden contribuir a evitar que las personas "se echen al mar".

El borrador que los líderes europeos tendrán sobre la mesa en el Consejo Europeo habla de crear estos centros para los que son rescatados en el mar, en cooperación con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)

Su objetivo es que esas plataformas permitan clasificar rápidamente a las personas como "migrantes económicos" o personas con "necesidad de protección internacional" y, además, "reducir el incentivo de embarcarse en viajes peligrosos".

En España, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha instado al Gobierno a oponerse a esta posibilidad, por considerarla "una medida insolidaria y contraria al derecho humanitario".