El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado hoy que su partido no ha planteado la reforma de la Constitución "para satisfacer la sed de los independentistas" sino porque, basados en su concepción de un estado federalista, es la "mejor fórmula para un país como España".

En un desayuno-coloquio organizado en Zaragoza por Heraldo de Aragón con el lema "Por un cambio seguro", Sánchez se ha vuelto a referir a la reforma de la Constitución que ayer acordó plantear el Consejo de Política Federal del PSOE.

Así, ha pedido a quienes "identifican inmovilismo con la fortaleza" que miren a los países del entorno, como Francia, que ha renovado su Carta Magna veinticuatro veces, Alemania sesenta o Portugal, que lo ha hecho siete veces, mientras que España en los últimos 36 años lo ha hecho "solo dos veces y siempre por mandato exterior".

Se trataría, ha explicado, de una actualización de la actual Norma "como mejor manera de garantizarla para evitar que se rompa como propone Podemos o los independentistas", que contemple los hechos diferenciales de los distintos territorios y reconozca sus identidades pero "desde un espacio compartido de ciudadanos y ciudadanas".

Su propuesta se basa en reformar la estructura del Estado en sentido federal que "no es más que la evolución del actual Estado Autonómico", pero con "reglas claras" y una clarificación de competencias.

En este sentido, no ha descartado que el Estado gestione competencias que antes eran de las Comunidades autónomas pero sin olvidar el principio de proximidad.

Propone asimismo revisar el sistema de financiación autonómica para establecer una igualdad fiscal entre las Comunidades autónomas y que tenga en cuenta cuestiones como la despoblación.

En su charla, Sánchez ha explicado el proyecto político de su partido para afrontar un cambio que "no va a venir de un gobierno agotado, de un presidente resignado y de un partido atenazado y asediado por la corrupción, que no reconoce los aciertos del pasado y no acierta a presentar propuestas de futuro".

Sánchez ha defendido una renovación de los partidos para recuperar la confianza a través de la lucha contra la corrupción, blindándola con mecanismos de prevención, dotarla de más medios para perseguirla y aplicar mayor contundencia para castigarla, desde el principio de que "quien la hace la pague".

También ha planteado la reconversión de las instituciones para que sean "neutras, profesionalizadas y ajenas a cualquier interés partidista" así como corregir la financiación de los partidos políticos y restringir las donaciones personas físicas y jurídicas.

Propone reestructurar la deuda de las familias en riesgo de perder su vivienda y de las empresas en riesgo de perder su negocio y una transición económica que resuelva el alto endeudamiento privado, la baja competitividad y el paro y la precariedad laboral, además del endeudamiento público y la desigualdad que, según él, "ha añadido el PP".

Frente al problema de desindustrialización de España, Sánchez ha abogado por una reindustrialización y por el aumento del número de medianas empresas con ayudas, para lo que ve necesario modificar el sistema fiscal, la ley concursal, la formación profesional o la financiación de la inversión industrial, además de reorientar el sector de la construcción residencial hacia la rehabilitación de viviendas y eficiencia energética.

Además, el PSOE reclama una reforma fiscal que ensanche las bases imponibles, que persiga el fraude, cifrado en 60.000 millones de euros, que actualice el actual Estatuto de los Trabajadores que responda a la realidad del siglo XXI y que dé soluciones a los nuevos retos: tiempo de trabajo, conciliación, el exceso de trabajo.

Defiende una economía del talento y del mérito, "sin privilegios ni posiciones blindadas" y organismos reguladores potentes que defiendan a la ciudadanía como consumidor y usuario.

"No es un problema de falta de recursos, ideas o soluciones, lo que le falta a España es voluntad política para afrontar los desafíos", ha concluido.