Pedro Sánchez intensifica su campaña para expulsar a Patxi López de un ring de primarias en las que busca un duelo a solas conSusana Díaz. Este martes sus colaboradores han atacado al exlehendakari y le han acusado de no tener un proyecto político para que el PSOE vuelva a ser un partido hegemónico en la izquierda. Se han referido con desdén al eje central de su campaña, la paz interna, y le han juzgado como un candidato ingenuo, que elude los retos complejos que afronta el partido, y sin posibilidad alguna de ganar.

"Parece que todo el problema del partido se refiere a una cuestión interna unidad, pero llevarnos bien no constituye un proyecto político. La unidad, la armonía..ese no es el problema del socialismo", ha criticado José Luis Ábalos, coordinador del equipo sanchista, quien también ha opinado que López ofrece respuestas de "hace 30 años" para un momento en el que el PSOE se juega su papel en la historia.

La diputada por Asturias, Adriana Lastra, también integrada en el equipo de Sánchez, ha profundizado en la maniobra por apartar al exlehendakari fuera de la competición, maniobra que ayudaría a concentrar el voto contra Díaz. "El PSOE se juega dos modelos de partido. Uno, claramente a la izquierda, coherente y creíble donde la militancia de base decide, y otro modelo que después de la abstención ha quedado en tierra de nadie", ha insistido.

VÍA CRUCIS

Tras siete meses de su derrocamiento en como secretario general, el equipo de Sánchez ha registrado este martes formalmente su precandidatura en la sede madrileña de Ferraz. Sus colaboradores lo han narrado casi como una gesta, el vía crucis del exlíder que aspira a recuperar su puesto tras ser "estigmatizado" y con todo el aparato en contra para evitar que volviese a postularse.

Sánchez defiende que su candidatura permitirá al PSOE volver a ser una fuerza mayoritaria e insiste en que si gana Díaz las primarias del 21 de mayo, los socialistas quedarán relegados a tercer fuerza, trasPP y Podemos, sin capacidad para articular un proyecto ganador.