Santi Vila (Granollers, 1973) desmenuza en De héroes y traidores (Península) las circunstancias que llevaron a la DUI y a la aplicación del 155.

-¿Cuál fue el principal error del independentismo?

-No calibrar bien las propias fuerzas. Y no identificar a dos millones de ciudadanos a favor de la independencia, pero también a una cantidad muy importante de la sociedad, igualmente catalana, muy cómoda con el ordenamiento constitucional.

-¿El independentismo debería hacer un acto de contrición?

-Yo en el libro lo hago. Hay cosas que tendríamos que haber hecho más responsablemente.

-¿Cómo sería la situación política en Cataluña si Puigdemont hubiera convocado elecciones?

-Ya nunca lo sabremos, pero yo intuyo que no se habría aplicado el 155, por tanto no habríamos perdido el control sobre las instituciones de autogobierno. Intuyo además que no tendríamos a nadie en el exilio ni en la cárcel. Algunas de las decisiones fueron la carga de la prueba, la confirmación de las intenciones que había. Estaríamos en un marco no mucho mejor, pero como mínimo no tendríamos las heridas abiertas que tenemos.

-¿Cuál fue la razón principal para que Puigdemont no convocase elecciones?

-Concurrieron tres. Primero, que lo que se había discutido y acordado discretamente no fuimos capaces de que Rajoy lo confirmase en público. Rajoy apostó de nuevo por el inmovilismo, al menos en público: no dijo que si convocábamos elecciones renunciaría al 155. Además, en las redes sociales empezaron las amenazas e insultos a Puigdemont. Y finalmente, el desmarque de ERC, que pasó de una crítica ponderada a amenazarnos con que abandonaban el Govern y nos acusaban de traidores. Pasó lo que ha pasado tantas veces en la historia: prefieres equivocarte con los tuyos que quedarte solo y tener razón.

-En una conversación, usted le dice a Junqueras que, si se convocaban elecciones, él sería ‘president’ y usted candidato del PDECat. ¿Cómo esa certeza?

-Había un amplio consenso entre los cuadros del PDECat de que teníamos que hacer un viaje al centro, de que habíamos hecho renuncias en el terreno de lo ideológico. De que yo podía encarnar ese viaje al centro.

-¿Ese viaje al centro sigue siendo la línea principal del PDECat?

-Lo que es seguro es que ese espacio político existe y ahora no lo ocupa nadie. Por tanto, el PDECat se debe dar prisa en tener un papel protagonista .

-¿El próximo ‘Govern’ se deberá adaptar al marco vigente?

-Creo que una de las lecciones de la legislatura anterior es que, sin renuncias, la idea de la independencia solo se puede defender en Occidente siendo respetuosos con el ordenamiento legal.

-¿Le sorprendió que la CUP tumbase el acuerdo de JxCat y ERC para investir a Jordi Sànchez?

-No, porque la legislatura anterior la CUP acreditó su gran capacidad desestabilizadora. La CUP legítimamente tiene una doble agenda: la de construcción de una Cataluña independiente, pero también la de la revolución social o anticapitalista, que respeto pero combato políticamente.

-¿Se pueden descartar unas nuevas elecciones?

-Si la nueva legislatura debe venir condicionada por la CUP, se debe valorar seriamente la posiblidad de si no es mejor convocar nuevas elecciones. No se pueden descartar. La capacidad distorsionante de la CUP amenaza el inicio de la legislatura.

-Joan Tardà abrió la posibilidad de un entendimiento entre ERC, los ‘comuns’ y el PSC.

-Entiendo la reflexión. Pero la amenaza de un tripartito tres, a los liberal-progresistas nos confirma que ya estamos tardando en articular una opción liberal-progresista donde se encuentre todo este espacio más de centro.

-¿Una opción abierta a gente no independentista?

-Efectivamente.