El exsocio de Oleguer Pujol, el presidente de Drago Capital, Luis Iglesias, se desmarcó este miércoles de la línea de defensa seguida por los imputados en el 'caso Pujol', en la parte relativa a la compra de 1.152 sucursales del Banco Santander, y negó haber sido quien decidió y obligó al resto a utilizar una estructura holandesa para cobrar la comisión de 11,5 millones de euros que percibieron.

Fuentes jurídicas aseguraron que Iglesias explicó que él recurrió a empresas holandesas para cobrar su parte, porque tenía contratos de exclusividad con dos de las empresas que intervinieron en la operación: Sun Capital y Mare Nostrum. Pero negó que él impusiera esa forma de cobro a los hijos del empresario Javier de la Rosa y a los empresarios José María Villalonga, padre e hijo, hechos por los que los cuatro le responsabilizaron ante el juez José de la Mata.

Iglesias, que volvió a ser imputado en la causa el pasado mes de enero después de que sus socios en esa compraventa declararan ante el juez, dijo no entender el papel jugado por De la Rosa y los Villalonga en la operación y les definió como meros "introductores", porque del "día a día" se ocupó Oleguer Pujol. Debido a este papel menor y el porcentaje cobrado, que ascendió a 2,6 millones de euros para cada uno, Anticorrupción sospecha que ambos ayudaron al benjamín de los Pujol a ocultar parte de las comisiones que percibió.

El presidente de Drago, que se quejó del perjuicio sufrido después de conocerse las cuentas andorranas de los Pujol, aseguró que él declaró sus ganancias en Gran Bretaña, ya que hasta 2012 residió en ese país.