El Tribunal Supremo ha emitido este jueves un auto en el que declara su incompetencia para la instrucción y el enjuiciamiento del'caso de los ERE' tras la renuncia al escaño del Congreso de José Antonio Viera, el único imputado en el procedimiento seguido en el Supremo que mantenía su aforamiento. De esta forma, la causa volverá al juzgado de instrucción 6 de Sevilla, y será su titular, María Nuñez Bolaños, quien determine qué juez --si ella misma o la refuerzo, Mercedes Alaya-- se encarga de esta parte del caso.

Esta decisión de devolver el caso al juzgado en el que se iniciaron las investigaciones es el paso lógico tras la marcha de Viera, que mientras continuaba como diputado en las Cortes mantenía la parte de la causa en el alto tribunal, arrastrando al resto de exaltos cargos públicos como los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que sí habían perdido el aforamiento a renunciar a sus escaños.

Ahora ya no hay aforados, por lo que el alto tribunal entiende que ya no es competente para seguir las diligencias y las remite al juzgado de instrucción número 6. Tras la remisión de una exposición detallada por parte de la entonces instructora Mercedes Alaya en agosto del 2014, el noviembre de ese mismo año el Supremo se declaró competente respecto a los entonces aforados Manuel Chaves, José Antonio Griñán, José Antonio Viera, Gaspar Zarrías y Mar Moreno (respecto de esta última se dictó posteriormente auto de sobreseimiento). Todos ellos prestaron declaración ante el juez instructor de forma voluntaria, según matizaron, aunque en calidad de imputados para poder estar acompañados por su abogado.

RELACIONES CONFLICTIVAS

Esas comparecencias serán ahora remitidas también al juzgado sevillano, donde el instructor deberá decidir si es suficiente o quiere hacer alguna ampliación de esas declaraciones y citar de nuevo a declarar a los expresidentes autonómicos. Una decisión que marca las conflictivas relaciones existentes ahora mismo en el juzgado 6 de Sevilla entre Alaya, que inició la causa, y su sucesora. La actual juez titular, Nuñez Bolaños, ya ha expresado su voluntad de continuar sola con la instrucción, después de varios desplantes por parte de su predecesora, que a comienzos de año logró plaza en un concurso oposición como magistrada de la Audiencia provincial.

Alaya sin embargo ha pretendido seguir vinculada a la causa que inició, entendiendo que los avances de la misma solo han sido posibles gracias a "un grupo de incansables", como definió a su equipo más cercano. Y para ello no dudó en desprestigiar a su sucesora, poniendo en duda su capacidad de maniobra al ser experta en derecho de familia y su parcialidad, resaltando su amistad con el consejero de Justicia de la Junta de Andalucía. El pulso entre ambas magistradas deberá ser resuelto ahora por el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucia (TSJA), que determinarán si hay o no juez de refuerzo y, en este caso, qué diligencias asumiría.