Con paciencia de hormiga y labor callada, la presidenta andaluza Susana Díaz prosigue su camino hacia la secretaria general del PSOE. La irrupción de la candidatura de Patxi López y la reaparición, la próxima semana, del exsecretario general del partido, Pedro Sánchez precisamente en un encuentro con militantes precisamente en Sevilla no han aumentado la presión sobre ella, que mantiene sus tiempos previstos inicialmente. “La decisión aún no está tomada, y la tomará y la comunicará cuando se convoquen oficialmente las primarias y el congreso”, insisten desde su entorno, intentando no dar alas a una oposición en Andalucía -que desde hace meses le acribilla con que está más pendiente de Madrid que de su comunidad- y mostrando su escrupuloso respeto por los procesos del partido.

Sin embargo, los hechos desmontan la primera parte de esa afirmación, por cuanto Díaz está envuelta en una gira por distintas agrupaciones, las más distantes ideológicamente, para ganarse a la militancia y medir apoyos. “Tiene peticiones desde distintos sitios desde hace mucho tiempo, ha estado ya en el País Vasco, en Baleares, Canarias…por lo que hay que darle la importancia que tiene”, señalan los próximos a la baronesa andaluza. “Tenía, tiene y tendrá peticiones” atendiendo a que es la dirigente de una comunidad y una federación con enorme peso, aunque no ocultan que esas peticiones de visita dejan claro que “hay apoyo y calor” por todo el país.

LA QUE MÁS ARRIESGA

Desde el entorno de la presidenta reiteran que la decisión de dar el salto a Madrid necesita mucha reflexión, por cuanto es la que más arriesga de los tres posibles candidatos conocidos hasta ahora al ser la única con poder orgánico e institucional y presidenta de la región más poblada de España. Aunque reconocen que “las circunstancias y el conjunto de gente que hay detrás dejan ya poco margen” para que no se presente. Y justifican en que “el momento político actual requiere de decisiones trascendentes”.

En este sentido, entienden que la existencia de otros doscontendientes no solo legitima el proceso, quitando argumentos a quienes promueven su “pavor” a las primarias, sino que además labeneficia por cuanto divide al sector más crítico con la andaluza. Y restan importancia al hecho de que Sánchez retome su ruta por Sevilla, apuntando que parte de sus apoyos están desaparecidos, se han pasado al bando de López o siquiera son militantes.

PSOE ANDALUZ EN DESCENSO

No obstante, Díaz no concurrirá en las mejores circunstancias. El último sondeo conocido en Andalucía desvela que el PSOE-A volvería a ganar las elecciones en la región, pero con un importante descenso en intención de voto, una tendencia iniciada con la llegada de la propia Díaz. La situación es tan compleja que, según esta encuesta de la Universidad de Granada, considerada una de las más fiables, a los socialistas ya no le bastaría con el apoyo de Ciudadanos y se necesitarían al menos tres formaciones para formar gobierno.

Ese sondeo, el peor en años para el PSOE-A, llega en el peor momento para las aspiraciones nacionales de Díaz, que tampoco sale bien parada en cuanto a valoración por parte de los ciudadanos, aunque sigue siendo la más conocida. De ahí que la cuestión andaluza sea uno de los elementos que más peso tienen en la decisión de la presidenta autonómica. Nadie duda de que, en caso de que ganara,compatibilizaría la secretaria general y la Junta de Andalucía, pero “a medio plazo debería producirse un cambio”, dicen los suyos, que no está aún amarrado. “Más allá de las especulaciones periodísticas”, continúan, “no está abierto el melón de la sucesión”, lo que hace presagiar que el sustituto sería un líder de transición hasta que se resolviera el liderazgo regional del partido, también por primarias.