El 'president' de la Generalitat, Quim Torra, mantiene la incógnita sobre su participación en la inauguración de los Juegos del Mediterráneo debido a la presencia de Felipe VI. Los reclamos de Torra para certificar su asistencia al acto se plasmaron en su misiva, cofirmada por Carles Puigdemont y Artur Mas, que llegó a la Casa del Rey y fue remitida al Gobierno. Torra y los dos 'expresidents' urgían al Monarca una reunión y le pedían que modulase su papel en el conflicto catalán tras las "heridas abiertas" por su discurso del 3 de octubre. Pero el Ejecutivo lo descartó.

Desde Alemania, Puigdemont sigue cargando contra él a través de las redes sociales: "El Rey continua siendo el del 3 de octubre. Abrazó la estrategia represora y ahora ratifica su abdicación de Catalunya. No es el rey del diálogo; es el rey del monólogo 'a por ellos'", escribió en Twitter. Asimismo, Torra insistió en que "debía pedir disculpas" y "rectificar" las palabras que pronunció dos días después del referéndum del 1-O. Un requerimiento al que se ha sumado la portavoz de ERC, Marta Vilalta, y el 'conseller' de Ensenyament, Josep Bargalló. "Debe decidir si es del de 'a por ellos' o si hace de árbitro", ha espetado el miembro del Govern.

La CUP, por su parte, muestra su "total discrepancia" con la celebración de este tipo de eventos porque se acompaña de "políticas poco transparentes y especulativas" y porque además cuenta con la presencia del Rey. En un comunicado, aseguran que Felipe VI representa a un Estado en el que "se vulneran sistemáticamente los derechos fundamentales, políticos y civiles".

El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), cree que la voluntad de Torra es participar en el ceremonia "si se dan las condiciones de partir del respeto y de la cordialidad institucional". En una entrevista en TV-3, ha asegurado que "la cordura se acabará imponiendo" en pro de un proyecto común como son los Juegos del Mediterráneo.