La Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (Acvot) se plantea pedir la imputación de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en la causa sobre los atentados yihadistas del 17-A por no instalar bolardos en Las Ramblas, tal como se había aconsejado desde el Ministerio de Interior.

Lo ha anunciado este viernes José Vargas, el presidente de la asociación, que ha recordado que "el Ministerio de Interior había recomendado esta medida de seguridad" después que los cuerpos de seguridad recibieran una alerta de "serio riesgo" de atentado yihadista en zonas concurridas, pero "la alcaldesa se negó afirmando que Barcelona es una ciudad segura", afirma Vargas.

Por este motivo, el presidente de Acvot considera que "es hora de exigir responsabilidades penales a Colau por no haber adoptado esta medida de protección que podría haber salvado muchas vidas".

También la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha señalado la responsabilidad de la alcaldesa por la falta de medidas de seguridad. "Ada Colau conocía, no sólo por su propia Guardia Urbana, sino por el Ministerio de Interior, la necesidad de poner bolardos u otros elementos de protección en zonas de riesgo por la posible comisión de un atentado yihadista", ha señalado el CSIF en un comunicado.

"Medidas oportunas"

La CSIF ha subrayado que "de haber tomado las medidas oportunas, las víctimas de Las Ramblas no se hubiesen producido, por lo menos en ese lugar. El tiempo nos ha dado la razón, y ahora hay medidas de seguridad". Aun así, la organización lamenta que la seguridad en la ciudad todavía es insuficiente y que la Guardia Urbana debe equiparse "con armas largas, taser y lanzadoras", así como aumentar la plantilla.

Además, la CSIF ha señalado que "deben garantizarse las medidas de seguridad interior y exterior de las comisarías" y sus agentes deben recibir "formación adecuada en los ámbitos de asistencia sanitaria, reacción policial y prevención". Y también se muestra partidario de que la Guardia Urbana cuente con canes adiestrados para la detección de explosivos para anticiparse a situaciones de riesgo como la vivida hace un año.