La presunta célula yihadista desarticulada por la Policía Nacional el pasado 28 de diciembre había entregado un traficante de drogas 4.000 euros para que les comprara en el mercado negro dos fusiles de asalto Kalashnikov AK-47 y una decena de granadas de mano, según informa 'La Razón'.

El diario, que cita fuentes antiterroristas, afirma que todo indica que los detenidos estaban preparando uno o varios atentados como los perpetrados en el club Reina de Estambul la pasada Nochevieja y en la sala Bataclan de París en noviembre del 2015.

En el registro de una cabaña en Vallecas que usaban los detenidos, los agentes encontraron un fusil de asalto, cuatro cargadores y más de una treintena de cartuchos 'kalashnikov'. Sin embargo, añade 'La Razón', el armamento no era suficiente para perpetrar el atentado que planeaban, por lo que recurrieron a los narcotraficantes para ampliar su arsenal.

La Policía también halló un vídeo en el que dos individuos con el rostro tapado aparecen en un local con una imagen de la Puerta del Sol de fondo.