El Salón Internacional de la Arquitectura y el Mueble de Baño, Cersaie, que se celebra esta semana en Bolonia superó ayer su ecuador con un creciente optimismo entre el casi centenar de empresas castellonenses participantes. Sus propuestas despiertan la atención de los miles de visitantes que llegan al certamen cada jornada y el buen ritmo en cuanto a compromisos de compra y cierres de contratos augura un buen final de feria.

En un optimismo compartido por buena parte de los representantes de la industria castellonense, los empresarios, por contra, lamentaron ayer la «fugaz» visita del conseller de Economía, Vicent Climent, así como la falta de propuestas que permitan discernir un apoyo a un sector que «da empleo, es motor de la economía provincial y aporta al producto interior bruto de la provincia como ningún otro», explicaron voces discrepantes de las medidas que el Consell viene adoptando para dinamizar el sector.

ESCASO APOYO // En este contexto, unánime fue la opinión ayer en los estands azulejeros sobre el «escaso interés que muestra Economía para atender las principales demandas del sector». Entre este paquete de reclamaciones destacó el «pírrico presupuesto con que se dota a los programas de apoyo a la rehabilitación de viviendas», a lo que añaden la excesiva burocratización que rodea a la actividad industrial y el acceso de unas «ayudas que son muy insuficientes y, a veces, irrisorias».

Los fabricantes se sintieron molestos --y así lo transmitieron una quincena de ellos a Mediterráneo-- con un conseller «que ha demostrado su poca afinidad con el conjunto de las empresas», especialmente en lo que se refiere a las pyme. «Para no anunciar nada, para no mostrar interés por el sector, mejor se ahorra el viaje y eso que ganan las arcas públicas», explican de manera elocuente algunos de ellos.

Otra de las contrariedades comentada ayer entre los representantes de las empresas de la provincia fueron los «nulos avances que se están dando en cuanto a la redacción y puesta en marcha de una nueva Ley de Minas, una carencia que supone un lastre en la provisión de arcillas. Sí admitieron, por contra, que se trata de un tema que lleva aparcado desde hace casi 20 años y cuya falta de resolución hay que achacarla tanto a este como a anteriores gobiernos de la Generalitat, que «no han elaborado el marco jurídico adecuado para asegurar las extracciones», explican las mismas fuentes consultadas.

De otro lado, responsables de empresas con intereses en mercados como el argelino lamentaron la falta de respuesta por parte de las autoridades tanto autonómicas como estatales para alcanzar una solución que permita, al menos, «evaluar el número de mercancías a las que afectarán las medidas proteccionistas impuestas en estas zonas».

Del mismo modo, también señalaron la falta de contundencia del Consell para fomentar la I+D+i en un sector que es clave para la economía provincial.