el co-patrono borriolense Sant Vicent Ferrer atesora una gran devoción en la villa y, desde antiguo, la fiesta, el lunes de la semana siguiente a Pascua, adquiere una singular celebración, sin duda desde antes de construirse la actual ermita en 1667 en tiempos de los Boïl de Arenós.

La tradición de la piedra que hoy se conserva bajo el altar del recinto sacro contaría ya con el respeto y devoción de los borriolenses con anterioridad a aquella fecha. Ello, seguramente, dio pie a la construcción del actual ermitorio, de estilo corintio, y a la lápida que sobresale en uno de sus muros con la inscripción del hecho: San Vicent e Ferrer predica sobre esta pedra i pvest.

La fiesta de Sant Vicent reviste un tipismo extraordinario y muy emotivo para el pueblo. Música, cohetes, misa, procesión y el constante sonido de la pequeña campana de la ermita que llama a los devotos para reunirse en la amplia explanada y asistir, luego, a los oficios religiosos. Al término de la misa, con el canto de los gozos, el obligado desfile para besar la reliquia conservada, la piedra, la cual es tradición que pisó el santo para dirigirse al pueblo. Luego, una feria en los alrededores congrega a los asistentes para ofrecer su tipismo, que contribuye a crear una atmósfera festiva muy querida y casi imprescindible. Las numerosas paraetes invitan a degustar productos típicos y ofrecer juguetes para los más pequeños.

Hay datos históricos que destacan la visita de Sant Vicent a Borriol un 14 de abril de 1410, hace 607 años. Es igualmente probable que anduviera por esta villa en sucesivos años en la misión penitencial por la Plana y el Maestrat. De su paso por Borriol y de su estancia en la Morería, seguramente, su recuerdo conserva numerosas y graciosas anécdotas que los viejos siguen contando a los más jóvenes, destacando su popularidad, su carácter y su poder taumatúrgico presente en los documentos de canonización entre 1455 y 1458. Leer sus sermones, fielmente conservados por sus estenógrafos y reproducidos en numerosos volúmenes, es todo un ejercicio de oratoria popular y lógica estricta (no en vano fue profesor de Lógica en la Universidad de Barcelona), pronunciados siempre en su lengua de nacimiento, el valenciano. Era, como se ha dicho hasta la saciedad, un orador de masas, incansable, brillante, con un lenguaje fresco y sugerente, de rico colorido popular, con el que trataba de conmover al auditorio y convertirlo a la fe.

El municipio de Borriol celebra su festividad con numerosos actos, que ya empezaron en el día de ayer, aparte de los religiosos, como conferencias y exposiciones taurinas, cantvalencià y conciertos, carreras, repostería local, mascletà, traca, toro y vaquillas, deportes... Especial interés tiene el XXV Certamen Popular de Paellas. Y, sobre todo, el lunes, la peculiar romería desde la población a la ermita.