Con una trayectoria profesional de 47 años en la ciudad de Castellón, Manon Centro de Formación Profesional de Peluquería y Estética se ha convertido en un referente de primer orden en la provincia para formar a los futuros profesionales del sector. Según indica David de la Flor, «tenemos alumnos de toda la provincia, pues la demanda de profesionales de peluquería y de estética se ha incrementado de forma considerable».

En los cursos oficiales que imparte Manon, de dos años de duración, los estudiantes estructuran el temario en clases teóricas y prácticas con clientes. Al finalizar los dos años de formación, el alumnado culmina su aprendizaje práctico en centros de estética y de peluquería. El programa de estudios supone una alta garantía a la hora de encontrar trabajo. De hecho, «los mejores profesionales de la provincia de Castellón se han formado en nuestra escuela», señala el director. Por otra parte, para completar y asegurar el máximo nivel de formación en peluquería y estética, De la Flor indica que los estudiantes de Manon visitan las ferias más importantes del ramo, que se celebran en Madrid y Barcelona, para conocer las técnicas, productos y usos, que constantemente aparecen en el sector, además de las tendencias que marcan la pauta. El director de Manon puntualiza que «todos los alumnos acaban con trabajo». Asimismo, considera que se trata de una profesión que ha roto moldes, dado que «el número de hombres que se interesan por ella crece cada día».

Notable trayectoria

Los inicios de Manon se remontan a 1972, año en el que Eugenio de la Flor y María Teresa Valls fundaron la academia. Desde entonces, alumnos procedentes de las provincias de Castellón, Valencia y Teruel han completado el programa de estudios de Manon, con el que han crecido en la profesión.

El fundador, Eugenio de la Flor, hijo de peluqueros, se formó en el salón familiar y posteriormente en Barcelona. A los 20 años fue subcampeón de la Comunitat Valenciana. A los 24 tenía su propio salón y obtuvo el título de Maestro Industrial Peluquero y con 30 años fundó Manon.

María Teresa Valls tuvo la llamada temprana de la vocación por la peluquería, el arte y la moda. A los 23 años abrió su peluquería y más tarde se incorporó a la docencia en Manon, impartiendo sus conocimientos en psicología.

David de la Flor, hijo de ambos, ha cogido el testigo y ha evolucionado y ampliado las instalaciones del Centro de Formación Profesional para situarse en la vanguardia de la estética y la peluquería, unas actividades que avanzan en técnica y tendencia.