Les Useres, en la comarca de l’Alcalatén, se prepara para celebrar una costumbre conservada gracias al fervor popular: els pelegrins de les Useres. El próximo viernes tendrá lugar la procesión penitencial en la que participan los vecinos. Esta ancestral práctica, que sigue un meticuloso y calculado procedimiento (vestimentas, descansos, abastecimientos...), permite que cada año partan descalzos 12 representantes del pueblo y un guía hacia el santuario de Sant Joan de Penyagolosa, dispuestos a pedir a Dios salud, paz y lluvia. La peregrinación se hace en estricto silencio, únicamente acompañada por un grupo de cantores que entonan antiguas melodías, el sacerdote, el alcalde o representante del Ayuntamiento y los clavarios.

Al paso de la citada procesión, los vecinos barren y adornan la senda de flores y hojas verdes para homenajear a los peregrinos y su complejo séquito. Actualmente, el camino conserva el recorrido tradicional, a lo largo de 35 kilómetros, y con un desnivel acumulado de más de 1.000 metros.

A los romeros les acompañan un buen número de personas dispuestas a apoyarles y disfrutar del trayecto que atraviesa los términos municipales de les Useres, Llucena, Xodos y Vistabella del Maestrat. Sin duda, se pueden contemplar los bellos paisajes formados por profundos barrancos y amplias áreas de matorral, carrascales y pinares.

Vía de comunicación

Además de su sentido religioso y místico, el camino ha servido como vía de comunicación comarcal desde antaño. Por este motivo, en algunos tramos coincide con distintas vías pecuarias y es posible encontrar diversos yacimientos arqueológicos, masías, ermitas, castillos, fuentes y cruceros. Todo ello supone un importante patrimonio arqueológico, arquitectónico, cultural y etnológico de toda la zona.

Las etapas

De esta forma, els pelegrins de les Useres partirán de nuevo el próximo viernes, día 28, a las 8.00 horas, ante un público expectante que guardará silencio absoluto, roto solo por la melodía de los cantores y las campanadas de la iglesia. El camino está dividido en seis etapas y al final de la jornada llegan al santuario de Sant Joan de Penyagolosa. Allí, después de celebrar la tradicional misa, descansarán para volver a hacer la peregrinación hacia el pueblo al día siguiente.