Todos los expertos en educación lo tienen muy claro. El maestro de mañana tiene un gran reto: formar a ciudadanos preparados y felices en una sociedad en constante y vertiginoso cambio.

Y para alcanzar ese ambicioso objetivo es clave una formación universitaria de calidad, que mire al futuro y que ponga el acento en las herramientas y competencias que precisan los profesionales de la educación.

Así lo entiende el CEU, volcado en la formación de maestros abiertos al cambio, innovadores, creativos, con valores, comprometidos, investigadores, emprendedores y, por supuesto, cualificados.

«Los maestros deben saber adaptarse a las nuevas situaciones. Con el desarrollo de la competencia aprender a aprender y de la creatividad, que trabajamos a diario desde todas las asignaturas de Magisterio, los futuros maestros aprenden a actualizarse permanentemente para saber responder en óptimas condiciones a las necesidades educativas de los niños», asegura Rosa García, coordinadora de los grados de Educación en el CEU de Castellón.

Pero no se trata solo de ser eficaces en el cómo, sino en el para qué, tal y como subraya García: «El maestro tiene en sus manos la posibilidad de mejorar la sociedad. No solo debe dar una solución rápida y eficaz a las situaciones educativas que se le van a presentar, sino que debe hacerlo a partir de los valores, principalmente del respeto y la tolerancia. Nuestra sociedad es diversa y cada vez lo será más. Los maestros tienen que saber cómo gestionar el conflicto y las problemáticas derivadas de esta diversidad con la vista puesta en la integración y la inclusión». «Y esa formación en valores, que ayudará a educar a mejores ciudadanos, también es uno de los pilares del CEU», concluye la responsable académica de la universidad.

Innovador e internacional

El claustro de Magisterio de la Universidad CEU Cardenal Herrera tiene muy claro dónde debe cargar las tintas. Por ejemplo, promoviendo la innovación, que es ya una seña distintiva del CEU de Castellón. Los futuros maestros conocen, trabajándolas asiduamente, las metodologías docentes más innovadoras y eficaces del actual panorama internacional. Y, además, las experimentan. Por ejemplo: recibiendo «clases al revés», las cada vez más demandadas flipped classroom.

La orientación internacional es otro de los rasgos que caracterizan a los alumnos de Magisterio del CEU. Más allá de que, con el Grado, adquieran la Competencia Lingüística en Inglés (además de la Competencia Lingüística y Pedagógica en Valenciano), o de los numerosos destinos internacionales en los que pueden complementar sus estudios, es habitual que realicen proyectos internacionales junto a futuros maestros de otros países. Por ejemplo, con la Universidad de Colonia para analizar estrategias de inclusión en el aula.

Formación

Otros elementos diferenciadores de los maestros CEU son su formación en investigación y en emprendimiento, que les abren nuevas vías laborales, además de aportarles un valor extra en su futura tarea docente.

«Nuestros alumnos saben que es indispensable conocer bien la realidad para poder abordarla de la mejor manera posible, y por eso entienden la investigación como una práctica habitual en su labor profesional», asegura la profesora de Magisterio del CEU Carmen Muñoz. «En nuestra Universidad promovemos la investigación dentro y fuera del aula, además de animarles a presentar sus trabajos a congresos científicos», añade Rosa García. «La competencia emprendedora, diseñada en el CEU como línea de trabajo prioritaria, permite a los alumnos incrementar sus posibilidades de empleabilidad», concluye su compañera Margarita Fernández.

Hablan los colegios

La formación que reciben los alumnos de Magisterio del CEU en todas estas competencias ya está ofreciendo buenos resultados. Así lo confirma la profesora Fernández, que coordina las prácticas. «Venimos constatando un incremento de alumnos graduados que son contratados en centros privados y concertados en los que han realizados sus prácticas», subraya.

Unos hechos que corrobora la opinión de muchos responsables de los centros escolares de la provincia de Castellón que han acogido a alumnos del CEU en prácticas.

«No he conocido todavía a ningún alumno de prácticas del CEU que no haya mostrado vocación ni interés constante por aprender. Viven el magisterio, les encanta la idea de estar delante de los alumnos y aportar riqueza a sus mentes. La observación y el interés diario en todo lo que les mostramos en el centro es más que evidente en todos ellos». Así se expresa Jorge Grifo, director del colegio público Doctor Errando Villar de Almassora, un centro que lleva acogiendo a alumnos del CEU en prácticas desde 2010. Además de la vocación y el compromiso de los futuros maestros, el docente destaca su buena formación, especialmente en el ámbito de las nuevas metodologías y técnicas aplicadas a la educación.

Nuestra Señora de la Consolación de Vila-real es otro de los colegios que acoge habitualmente a alumnos de Magisterio del CEU en prácticas. Una de sus maestras, Gisela Usó, destaca la facilidad de integración y la implicación de los futuros maestros «por rendir al máximo y aprender del trabajo de las tutoras». «Los estudiantes de Magisterio del CEU —continúa—, son educados, implicados en el trabajo, responsables, con muchas ganas de aprender e impartir clase… y nerviosos, con dudas, con miedo, pero, ante todo, personas».