Los estilos de vida de hoy en día son muy diferentes a los de otros tiempos. Una de las consecuencias positivas de este hecho han sido los rápidos avances que se han logrado en cuanto a tecnología alimentaria y las técnicas de procesamiento y envasado de los alimentos, que ayudan a garantizar un abastecimiento de alimentos seguro y sano. A pesar de estos avances, se dan casos de contaminación alimenticia, por causa de contaminantes naturales, o contaminantes introducidos de forma accidental o por negligencia, asegura Patricia Sorribes, jefa de la Unidad de Nutrición y Dietética del Hospital Provincial de Castellón.

La calidad y seguridad de los alimentos depende de los esfuerzos de todos los que participan en la compleja cadena de la producción agrícola, procesamiento, transporte, producción y consumo de los alimentos. Tal y como exponen concisamente la UE y la Organización Mundial de la Salud (OMS), las seguridad alimentaria es una responsabilidad compartida “del campo a la mesa”. El consumidor es el elemento final de la cadena alimentaria. Se debe tener cuidado cuando se manipulan alimentos que han sido perfectamente saludables hasta el momento de su compra, para evitar que se contaminen en casa.

“La seguridad alimentaria es un derecho de los consumidores que está amparado por leyes a nivel europeo. Este derecho se garantiza conociendo los peligros que se pueden presentar por el consumo de alimentos contaminados, las repercusiones sobre la salud pública y conociendo las medidas preventivas que se deben realizar para evitarlos”, asegura Sorribes.

En su opinión, “la adecuada manipulación de los alimentos desde que se producen hasta que se consumen incide directamente sobre la salud de las personas. Los manipuladores deben tener presente que la salud de todos va de mano en mano”.

MANIPULADORES DE ALIMENTOS

Son todas aquellas personas que, por su actividad laboral, tienen contacto directo con los alimentos durante su preparación, fabricación, transformación, elaboración, envasado, almacenamiento, transporte, distribución, venta, suministro y servicio. La adecuada manipulación de los alimentos, desde que se producen hasta que se consumen, incide directamente sobre la salud de la población. Tal y como señalan desde la Unidad de Nutrición y Dietética del Hospital Provincial, “está demostrada la relación existente entre una inadecuada manipulación de los alimentos y la producción de enfermedades trasmitidas a través de estos. Las medidas más eficaces en la prevención de estas enfermedades son las higiénicas, ya que en lo mayoría de los casos es el manipulador el que interviene como vehículo de transmisión, por actuaciones incorrectas, en la contaminación de los alimentos. Hay que concienciar a los manipuladores que tienen ante sí la responsabilidad de respetar y proteger la salud de los consumidores a través de unas correctas prácticas de manipulación”.

Según los expertos sanitarios, el manipulador de alimentos necesita conocer el proceso de preparación y conservación de alimentos y respetar las exigencias culinarias, sanitarias y nutritivas que permiten que el alimento llegue al consumidor en las mejores condiciones de calidad.

La formación de los manipuladores de alimentos es obligatoria, puesto que se obtendrá un certificado que te acreditará como manipulador y te permitirá trabajar en un ámbito alimentario.

Podemos definir contaminante o peligro alimentario como cualquier “cosa” que está en el alimento y no debiera estar ahí, es decir, cualquier agente extraño al alimento capaz de producir un efecto negativo para la salud del consumidor.

La presencia de estos peligros puede darse de forma natural (por ejemplo: gusanos dentro de fruta, o entre verduras…), o de forma accidental (pelo en sopa, mosca en ensalada, restos de envoltorio en alimento preparado…), y esto depende del manipulador de alimentos.

Las principales fuentes de contaminación de los alimentos son: el medio ambiente: agua (contaminada o no potable), polvo, tierra, aire… a través de todos ellos se transmiten microorganismos que pueden contaminar el alimento; plagas: seres vivos citados anteriormente como insectos, roedores, aves, parásitos…; utensilios y locales: si no tienen la higiene adecuada serán foco de infección y basuras: si hay basuras cerca de los alimentos podrán contaminarlos.

Hay que evitar la contaminación cruzada, que consiste en el trasvase de microbios patógenos (que provocan enfermedades) de unos alimentos contaminados (normalmente, crudos) a otros alimentos, tanto de manera directa como indirecta. Es una de las principales causas de intoxicación alimentaria, pero es fácil de prevenir. H