Considerado una de las máximas figuras internacionales de la música celta, Carlos Núñez actuó anoche en el castillo de Peñíscola, en una de las presencias más destacadas en la actual edición del Festival Internacional de Música Antigua y Barroca. Con todas las entradas vendidas, el intérprete demostró su maestría en el manejo de flautas y gaitas, acompañado de cuatro instrumentistas, en el espectáculo Cantigas medievales, con el que recupera las piezas de tradición oral destacadas del pasado, con el aliciente de ver tocar en vivo las reproducciones de instrumentos de aquellos tiempos, aportando una sonoridad especial a los espectadores congregados.

Uno de los atractivos de Núñez radica en su capacidad de hacer llegar sus trabajos al gran público. Hace 20 años consiguió ventas masivas de sus discos A irmandade das estrelas y Os amores libres, que lo auparon a la fama internacional. Su carisma también quedó patente en sus incursiones en el campo del pop, con Mayo longo, o su participación a la hora de crear las bandas sonoras de películas como la oscarizada Mar adentro, de Alejandro Amenábar. Calculan que a lo largo de su carrera ha rebasado la cifra del millón de ejemplares vendidos.

COLABORACIONES / A pesar de que sus espectáculos forman parte de estilos catalogados como minoritarios, la agenda del gallego no tiene nada que envidiar a la de las principales estrellas del rock. Una condición que se debe, en parte, a la fusión de estilos que ha practicado sobre los escenarios y salas de grabación, que le han llevado a estar nominado en los Grammy latinos y emprender colaboraciones con formaciones míticas como The Chieftains en sus inicios, pasando por Luz Casal, Dulce Pontes, Madredeus o los británicos Supetramp.