La exposición Sorolla. Fiesta y Color. Una mirada etnográfica descubre desde ayer al público de Castellón al Joaquín Sorolla coleccionista. La muestra que acoge el Museu de Belles Arts hasta el próximo 8 de febrero reúne y expone juntas por primera vez pinturas y piezas que Sorolla coleccionó y que se conservaban en el Museo Sorolla de Madrid o han sido recientemente donadas por la familia Pons-Sorolla a la fundación que lleva su nombre. Un total de 25 pinturas (figuras y paisajes de Castilla, Ávila, El Roncal, Valencia y Jerez) y 10 conjuntos de indumentaria, además de joyería, y una selección de 12 fotografías y dos cartas del pintor valenciano.

“Es la exposición más importante que acoge Castellón este año y espero que el público sepa apreciar el esfuerzo para traerla”, aseguró el gerente del Consorcio de Museos de la Generalitat, Felipe Garín, en la presentación de la misma. En el acto estuvo acompañado por el diputado de Cultura, José Luis Jarque, y el concejal de Cultura, Vicent Sales, además del director de CulturArts, José Luis Moreno, y la directora del Museo Sorolla de Madrid, Consuelo Luca de Tena, quien reconoció que están “muy contentos por traer a Sorolla a sus tierras, donde es extraordinariamente bien acogido”.

La comisaria de la muestra, Covadonga Pitarch, desgranó al Sorolla coleccionista, explicando que estas piezas son fruto de ocho años de viajes en los que, además de pintar, el artista se documenta previamente adquiriendo fotografías y recopilando trajes y complementos, en unas fechas, anteriores al 1925 cuando se celebró en Madrid la gran exposición del Traje Regional, en las que no existía interés por la indumentaria.

Una de las piezas más importantes de la exposición es el traje de valenciana de María Sorolla García, la hija mayor del pintor. Una de las últimas donaciones. H