Dos meses después de comparecer a escena en Castellón con La guerra dels mons 2.0, regresa a su tierra para ofrecer lo que califica de «teatro esencial» sin grandes alharacas ni aditamentos extra. Un actor, la palabra y un básico decorado, minimalista y casi imperceptible para dar vida al mundo imaginario y metáforico de Odisseu, basado en los textos homéricos. Jordi Ballester hoy en el Teatre del Raval (19.00 horas), un espacio «donde debuté como actor en una función de tercero de BUP»

-De nuevo en Castellón.

-Tardé en regresar, y ahora vuelvo dos veces en cuatro meses. Además, regreso al Teatre del Raval, dónde pisé un escenario por primera vez. Fue cuando estudiaba 3º de BUP en el Instituto Penyagolosa y realizamos una obra en una campaña de teatro para estudiantes.

-¿Qué es ‘Odisseu’?

-Es una reinterpretación del cuento de La Odisea de Homero, pero trasladado a la experiencia vital de un refugiado sirio que comienza su éxodo en busca de una nueva vida hasta llegar a la isla de Lesbos. Un monólogo mágico de 50 minutos, que es teatro esencial, un actor y la palabra, en una producción sencilla y con la adaptación del Grup Galatea, que está formado por María Teresa Beltrán, María Teresa Cases y Mercedes García.

-Un tema, el de los refugiados de rabiosa actualidad.

-Desgraciadamente, sí. Odisseu quiere despertar las conciencias ante un drama que sufren millones de personas. Una reflexión sobre la condición humana.

-Un Jordi Ballester que no para.

-Pues sí. Estoy teniendo un año estupendo. Sigo con La guerra dels mons 2.0, con la compañía L’Horta, recorriendo toda la comunitat Valenciana de norte a surn; con el divertido musical La Cotorra del Mercat en el Teatre Talía de Valencia y continúo con apariciones en la serie Centro Médico, de Televisión Española.

-¿Cómo ves la situación actual del teatro?

-Pues, yo diría que progresa adecuadamente. Hay una mejoría muy lenta. De todas formas, todavía falta mucho camino por recorrer, muchas interrogantes por resolver, muchas necesidades que hay que solventar para poner en valor el teatro en concretro y las artes escénicas.

-Para triunfar, ¿hay que seguir saliendo fuera de Castellón?

- Sí. Desgraciadamente, hay que salir fuera de Castellón. Hay que ir a Valencia, Madrid, Barcelona... donde hay más oportunidades para el teatro profesional. Hay más recursos.

-¿Cómo están actualemente las artes escénicas en Castellón?

- Existen compañías profesionales como Teatre de la Resistència, La Ravalera o la de Carles Benlliure, que tienen que estar continuamente luchando. Hay también un buen número de compañías amateurs, como El Taronger, y que siguen haciendo buen teatro y de calidad. Unas y otras no tienen medios, les faltan recursos y necesitan mayor apoyo desde las administraciones. Castellón es la gran olvidada de los productores, promotores y de los grandes circuitos teatrales.