Un viajero realiza el mismo recorrido que hizo Camilo José Cela en su famosa novela Viaje a la Alcarria. Este recorrido hila el argumento de Regreso a la Alcarria, el cortometraje que inauguró anoche la segunda sesión de la sección oficial de Cineculpable 2015, y que firma Tomás Cimadevilla, preseleccionado a los Goya.

Otra de las obras proyectadas fue Un millón, de Álex Rodrigo. Narra la historia de Basilio, un polémico presentador de telebasura que es víctima de un secuestro.

Un aviso de desahucio entregado personalmente por un joven bancario es el punto de partida de Galletas, de Ignacio Sepúlveda, otra de los cortos proyectados; como Deber, de Ángel Manzano, una vuelta a la inocencia convertida en pesadilla, que llega tras el éxito de Tupper, su ópera prima en el mundo del cortometraje.

El toque cómico y entrañable, a partes iguales, de la velada fue Yaya Crochet, de Joaquín Villalonga; la colombiana Amador y Caridad, la historia de amor entre un recolector de basura y una profesora de barrio que acerca Vlamyr Vizcaya; y Dèmontable, una producción de Países Bajos, dirigida por Douwe Dukstra y que aborda desde la animación la absurda relación entre la vida diaria y las noticias, completaron la noche de cortometrajes en el segundo día de la sección oficial de Cineculpable. H