No se marcharon de vacío los dos alumnos de la Escuela Taurina de Castellón que torearon ayer sábado en la novillada sin picadores de la Feria de San Juan de Albacete. Tanto Curro Linares como Marcos Andreu pasearon una oreja cada uno de una novillada de Montserrat Rodríguez, divisa salmantina de procedencia Santa Coloma que resultó manejable en líneas generales.

Curro Linares, que actuó en tercer lugar, puso sobre la mesa sus cartas del buen gusto, el sabor y la torería. Sobre ese concepto artista basó su labor, que gustó a la afición manchega. Se le adivinó progresión y se acopló muy bien a su novillo, al que entendió y supo aplicarle la lidia adecuada, dejando pinceladas de buen toreo. Muy bien el joven novillero de Vinaròs, uno de los adelantados de la Escuela castellonense.

Por su parte, el jovencísimo Marcos Andreu también dejó detalles a tener en cuenta. Aunque se le nota esa evidente falta de rodaje, el de Castellón, cuyo desparpajo sorprendió ya en Vinaròs en su anterior novillada, dejó muestras de ser un torero con un concepto clásico. Manejó bien el capote y se entendió con el santacoloma de Montserrat Rodríguez. Eso sí, la espada fue su asignatura pendiente, aunque no fue impedimento para que el castellonense paseara un apéndice por el ruedo del coso de la calle Feria.