Dry River (la banda nacida a orillas del Riu Sec como ellos mismos se autodenominan) ha sacado a la calle su cuarto álbum de estudio, 2038.

La banda continúa la ecléctica línea estilística abierta con sus trabajos previos en los que los guiños al funk, al soul o al jazz fluyen de manera natural dentro de los diez cortes que componen el long play.

Hibridando con maestría las influencias de grandes bandas clásicas como Pink Floyd, Deep Purple o incluso los últimos The Beatles, con su tendencia natural hacia ecos metálicos, el grupo cierra un disco que abarca un amplio rango de sonidos y temáticas líricas. Así, hay lugar para la emoción en forma de balada de Me va a faltar el aire, para la contundencia de Fundido a negro y para la demostración de la maestría de sus componentes en temas como Rómpelo.

Para su gira de 2038 han elegido empezar en casa, en Castellón, donde sonarán por primera vez los 10 temas que forman este nuevo trabajo. Será el próximo viernes 16 de febrero en la Sala La Burbuja, desde donde partirán hacia ciudades como València, Tarragona, Madrid y Sevilla.