Es uno de los cómicos españoles más populares y desde el 2011 forma pareja artística con el también admirado Bertín Osborne. Tras su debut con Mellizos, regresa a Castellón con su último espectáculo, El renovado show de dos caras duras en crisis. Una nueva versión de su anterior trabajo que traen al Teatro Principal en doble sesión, el domingo, día 25, a las 18.00 y a las 20.30 horas.

Habrá canciones y música en directo, historias divertidas y sorpresas de las que desde su estreno en Barcelona en el 2013 han disfrutado más de 500.000 personas a lo largo de 400 representaciones.

--¿Qué aporta esta nueva versión de Arévalo-Osborne?

--Es parecido a lo que ya hicimos, pero el espectáculo está renovado. Es muy divertido.

--¿Cómo les trata el público de la provincia de Castellón?

--En Castellón, y en toda la zona del Mediterráneo en general, nos quieren mucho. Tenemos un éxito tremendo y pienso que en el Principal, que ya hacemos doble sesión, nos haría falta otra.

--¿Cómo es Bertín Osborne en las distancias cortas?

--Estupendo. En el escenario es genial. Nos llevamos muy bien a todos los niveles, tanto personal como profesionalmente. Empezamos a trabajar junto por casualidad, tras una conversación, y cada vez tenemos más éxito.

--¿El humor es un antídoto ante el estresante día a día?

--El humor no se debe perder jamás, a todos nos hace falta, incluso a quienes nos dedicamos a hacer reír. Yo siempre agradezco que me hagan reír. La risa es muy sana y no se debe perder. Es un escape a tanta corrupción y alarmismo en el que vivimos. Llevo muchos años haciendo reír a la gente y me encanta que me digan que soy una persona simpática en la que se puede confiar. No tengo manchas negras en mi carrera.

--Los programas de humor, que tanto tiempo de televisión ocuparon hace años, prácticamente han desaparecido de las parrillas, ¿por qué?

--Lamentablemente se han quitado programas en pleno éxito, con audiencias muy altas, de más de 3 millones de espectadores, como lo fue en su día Arévalo y Cia, pero los siguen reemitiendo continuamente. Entiendo que prefieran gente nueva, fresca, pero podrían no olvidarse de nosotros. A los cómicos nos tendrían que dar la oportunidad de ser actores.

--Tras más de 40 años de carrera artística, ¿le queda alguna asignatura en el tintero?

--Me hubiera gustado hacer comedia clásica, en otro registro muy diferente al habitual. Tuve una oportunidad en Flor de mayo, pero me quedé con ganas de hacer más.

--¿Tenía claro que quería ser cómico desde pequeño?

--Sí, quería ser torero cómico como mi padre y ahí debute, en El bombero torero. Después vinieron los chistes, los cassettes, el teatro y la televisión. H