Entre montañas, la música y voces de ángeles. Más de cinco largos minutos de aplausos y ovaciones del público puesto en pie, rubricaron la actuación del tenor Moíses Marín y la soprano Marga Cloquell, con Marta Pujol al piano, en una excelsa gala de zarzuela que puso el broche de oro a la primera de edición de Benafigos Arts, festival de artes escénicas, que, durante cuatro sábados han llenado de esplendor la localidad de l’Alcalatén.

Y ya lo presagió con la buena ventura el presentador de la ceremonia artística, Santi López, «mientras la luna baila, mientras el sol duerme en la pereza del firmamento», en un alarde de sensaciones que se fueron prolongando a lo largo de un repertorio zarzuelístico que encandiló a los espectadores que llenaban la plaza de la Iglesia, y como testigo mudo, la fachada del único templo de la provincia con restos del Románico. Suprema belleza.

Marín y Cloquell, de registros prodigiosos y arrolladores, hicieron un recorrido por las más populares romanzas del llamado género chico -el pasado nunca pasa de moda, siempre es futuro- comenzando con La canción del olvido, y siguiendo con La pícara molinera; Luisa Fernanda, La tabernera del puerto, El reloj de Lucerna, La chulapona, La Generala y Doña Francisquita. Canciones coreadas por los asistentes que no querían que el embrujo se acabara, porque, ya lo decía Héroes del Silencio: «he oído que la noche es toda magia, y que el duende te invita a soñar».

Una clausura del evento, en Castellón, tierra de festivales, que contó con la presencia del presidente de la Diputación, Javier Moliner, quien animó a seguir en la línea de «ofrecer calidad en la dinamización de los pueblos del interior y Benafigos Arts es un buen ejemplo de ello». También estuvo presente el vicepresidente de la institución provincial y diputado delegado de Cultura, Vicent Sales, quien se mostró encantado de haber sido testigo de una audición para la historia.

Marfil y helecho

No faltaron tampoco las palabras de la alcaldesa, Mercedes Cortes, que, elegantemente vestida con traje largo estampado marfil y helecho, recordó a los vecinos que «Benafigos Arts es de todos, un proyecto colectivo común para crecer personalmente y emocionalmente, en un festival que es selecto y exclusivo, diferente y singular».

«Para vivir con libertad las realidades de una localidad que avanza, para que sigamos por la senda de un futuro de esperanza, de ilusiones compartidas», concretó la primera autoridad municipal. «Benafigos en alza, que sigue su camino», añadió.

La noche se enamoraba otra vez del Penyagolosa, «mientras la luna baila y el sol duerme en la pereza del firmamento». ¡Bienvenido Benafigos Arts 2019!.