Habitación 601 del Hotel Intur de Castellón. La puerta entreabierta y entre la media luz, asoma la sonrisa tímida de López Simón. ¡Pasa! Nos citamos momentos antes de recoger el premio Casino Antiguo al triunfador de la última Magdalena. Termina de vestirse con la misma ritualidad que cuando va a la plaza. Traje sastre azul noche, el mismo color que unos monk strap impolutos, y sin corbata acorde a su personalidad punto rebelde. Acaba de llegar de un tentadero en casa de Daniel Ramos. «Qué vacas más buenas», me confiesa. Un día antes estuvo tentando en casa del maestro Dámaso González. Ha entrado ya en temporada. Se le ve delgado y fibroso, admite que lleva una dieta estricta. La temporada está a la vuelta de la esquina y los nervios, a flor de piel de quien está llamado a ser la gran figura del momento. Este año, vuelve a Castellón, el punto de inicio de un arranque triunfal el año pasado.

-Triunfador de la Feria de la Magdalena, por donde pasaron tantas figuras, no es algo baladí. Allí arrancó un año triunfal para López Simón.

-Ese día me fui un poco fastidiado al hotel porque de haber matado mejor los toros, hubiera redondeado el triunfo. Pero me siento contento de cómo fue la tarde y del arranque de la temporada, y muy feliz por estar en Castellón recogiendo el trofeo al triunfador de la Feria de la Magdalena.

-Castellón le recibió con los brazos abiertos. No hay duda de que es una afición maravillosa.

-Es una plaza donde siempre he recibido mucho cariño por parte de su afición, y donde me he sentido muy a gusto. Ojalá este año pueda repetir el triunfo y arrancar con buen pie la temporada.

-Enrique Ponce, López Simón y Varea con toros de Juan Pedro. Sobre la mesa, un cartel con grandes atractivos: una figura, uno que va en camino y otro con condiciones de serlo.

-El cartel me atrae mucho y para el aficionado tiene un gran interés. Ninguno de los tres toreros nos parecemos, tenemos tauromaquias muy distintas. ¡Qué voy a decir del maestro Enrique Ponce! Está en la élite del toreo desde que tomó la alternativa prácticamente, con lo que ello significa, mantenerse ahí arriba durante tantos años. Le tengo un respeto y una admiración tremenda, además, es torero de la tierra. En cuanto a Varea, es de los toreros jóvenes con la alternativa recién tomada que más interés han despertado. Y sobre la ganadería, qué duda cabe que es una excelente divisa. El año pasado lidió una muy buena corrida de toros y espero que esta vez lo vuelva a hacer y que la gente se divierta.

-¿Nos vamos a encontrar ahora en Magdalena con un López Simón distinto?

-Castellón se va a reencontrar con el López Simón del final de la temporada pasada. Tengo ilusiones y energías renovadas y eso creo que se va a notar en el ruedo. A lo largo del invierno he puesto muchas cosas en su sitio en mi cabeza y en mi mente. Entre ellas, está la de olvidarme de todo y centrarme simplemente en el toro, mi capote y mi muleta. Quiero olvidarme de todo lo extrataurino, de lo que no sea estar delante de la cara del toro. Quiero recuperar esa frescura y esa intuición natural mía en el toreo.

-Este año, quizá la presión sea un punto inferior. En 2016, todo el mundo estaba pendiente de los jóvenes que irrumpían en el escalafón.

-Sí existía esa presión, pero la superé. El arranque de temporada fue sensacional, con puertas grandes en Castellón, Olivenza, Valencia, Sevilla, Madrid, Nimes, Arles… Todas esas ferias de principio de temporada. Y a pesar de todo eso, todavía seguía recibiendo palos. Entonces, me preguntaba mucho: ¿qué será de mí cuando no sea capaz de triunfar? Ahora mismo he aprendido a ponerme una coraza y a estar un poco hermético a todo menos a mi entorno más cercano. La presión la hubo, la hay y la habrá, y el que quiera ser figura del toreo, deberá aprender a convivir con ella.

-Ahora mismo me viene a la cabeza la injusta pitada de Bilbao y sus lágrimas de rabia e impotencia. ¿Ha sido un año duro?

-Podía haber sido el mejor año de mi vida y sin embargo ha sido una temporada muy difícil, muy dura. He sufrido muchísimo por muchas cosas que me han afectado y no estuve todo lo ordenado que me hubiese gustado estar y me bloqueé. Todo se me puso muy cuesta arriba, con momentos difíciles desde el punto de vista anímico y psicológico. Pero he salvado el año a base de amor propio, de raza, de vergüenza personal por no desfondarme.

<b>-La temporada 2017 ha comenzado ya y López Simón volverá a estar en todas las grandes ferias y al lado de las figuras. ¿Cómo afronta este año?

</b>-Estoy convencido de que lo mejor de López Simón viene ahora. Mi objetivo primordial es ser feliz. Si estoy feliz, todo irá muy bien. Quiero sacar mi toreo más puro para hacer cada tarde lo que me hace disfrutar.

<b>-¡Suerte para Magdalena!

</b>-Gracias. Espero que venga gente a la plaza porque no sólo mi cartel tiene alicientes, sino la feria en general tiene mucho interés para el aficionado. Les invito a todos a que vengan y que disfruten del espectáculo taurino.