Cuarta pared. Pasión por la escena. En continúo aprendizaje en expresión corporal, gestual y de la palabra. La Escuela Municipal de Teatro (EMT) de Castellón clausura el presente curso con 75 alumnos (40 niños y 35 jóvenes y adultos), en una constante al alza. El sábado representarán el shakespeariano Romeo y Julieta y el juguete gótico e inquietante Contra el progrés.

El director de la Escuela, Víctor Antolí, señala su “orgullo” de poder contar con un plantel de futuras promesas de la escena “que llegan sin experiencia; es como un barro sin modelar, y que optan a convertirse en una hermosa escultura con tiempo, dedicación, sensibilidad y constancia para superar los retos de cualquier formación”. Para vencer la “timidez, el pánico escénico, el miedo al ridículo, la falta de confianza…”, indica.

Un centro formativo actoral que utiliza “un método ecléctico” con el que tratan de ajustarse “a las necesidades de cada grupo”. “Es fundamental trabajar la confianza en el actor mediante dinámicas que nos dan la posibilidad de sacar lo mejor de cada uno de ellos, con ejercicios de improvisación para desarrollar la escucha y trabajar el aquí y el ahora y el método de Stella Adler para la interpretación”, relata el director de la EMT.

Futuros actores con proyección. “Algunos de ellos figuraron en la película El Olivo; otros dos alumnos, Ana Martín y José Farnós, participaron en la mini-serie de concienciación para jóvenes Nada será igual; y otros intervinieron como figurantes en Chiringuito de Pepe”, concreta. Pero, no acaba ahí la cosa. “Hemos realizado dos muestras abiertas con textos de Lorca, Tennessee Williams y Shakespeare, y participamos en la reciente Nit de l’Art de Castellón”, añade.

El sábado que viene la EMT pondrá en escena Romeo y Julieta, “en el 400º aniversario de la muerte de Shakespeare, con una función coral en la que 25 adolescentes trabajan su propio personaje”, explica.

TEATRO DE COMPROMISO // Y también se representará Contra el progrés, de Esteve Soler. “Una obra contemporánea que invita a dudar de los cimientos con los que hemos construido nuestra forma de vivir, con humor negro y realismo”, argumenta. Por otra parte, Antolí cree que “el Ministerio de Cultura podría cuidar y potenciar las ayudas y fomentar desde la escuela las artes escénicas por la aportación individual y social que conllevan, en una de las constantes reivindicaciones de profesionales de este campo”. H