Locura por ver a Muse. La fiebre por no perderse el directo de una de las bandas de rock más importantes del mundo y plato fuerte de esta XXII edición del FIB causó el mayor revuelo y colapso en las inmediaciones del recinto de todos los días del festival, logrando prácticamente el lleno, según informaron desde la organización.

Además, a diferencia del resto de actuaciones de los cabezas de cartel, el de Muse comenzaba pronto, a las 23.00 horas, lo que hizo que se creara todavía una mayor aglomeración a las puertas unas horas antes para comprar entradas y poner pulseras.

Una gran marea de fans de la afamada banda británica no quiso perderse la cita, entre la que, además de ingleses, también había muchos españoles. Es el caso de Ara Bueno, gaditana que, aprovechando su actual estancia en Benicàssim, no quiso desperdiciar una ocasión quizás única. “Me chiflan y no quería perderme esta gran oportunidad teniéndolos tan cerca”, explicó mientras aguardaba la gran cola que había para asistir a la actuación.

El grupo de Teignmouth, Inglaterra, aprovechó su esperado concierto en la cita indie para presentar su nuevo espectáculo durante el único concierto que está previsto que brinden en exclusiva en un festival en España. Sus seguidores enloquecieron ante la aparición de sus componentes en el escenario Las Palmas, vibrando con su potente directo en un repertorio que también abarcó temas de su séptimo álbum Drones.

Al finalizar la actuación de Muse, estaba previsto el arranque del directo de Disclosure, otra de las bandas más esperadas de esta edición, junto a los grandes cabezas de cartel. El dúo británico de música electrónica orientado al deep house y al garage son otros de los que más seguidores arrastran y eran los responsables de cerrar el escenario principal.

Antes pasaron también por Las Palmas las bandas Capsula, Walking on Cars y The Coral, entre otras. El fuerte ambiente del sábado también se notó en el resto de escenarios en una edición que cuenta con alrededor de un centenar de actuaciones.

Si durante la jornada del viernes, con The Chemical Brothers se registraron alrededor de 37.000 espectadores, superando las expectativas fijadas en 35.000; con el gran concierto de Muse, los organizadores prevén haber alcanzado o, incluso, pasado el pico de los 40.000. Aunque estos datos se confirmarán durante la rueda de prensa de balance del festival este mediodía.

El espectáculo de The Chemical Brothers, una de las bandas más míticas del FIB, fue otro de los bombazos de este año, con su potente electrónica y un llamativo despliegue audiovisual que llamó tremendamente la atención. Ya el principio movilizó a las masas que se apresuraron a bailar uno de los temas más conocidos del grupo, como es Hey Girl, Hey Boy, el cual sirvió de avanzadilla para desatar un comienzo apoteósico y fulgurante para el público. H