Curro Linares se adjudicó el XVII Bolsín Taurino Diputación de Castellón. Tres orejas cortó el novillero vinarocense, que demostró ante sus paisanos su evolución artística. A su segundo lo entendió muy bien y lo cuajó de principio a fin. Fue un novillo de Sagrario Huertas que hizo cotizar la bravura del encaste Santa Coloma, embistiendo con entrega y mucha nobleza. Muy merecida la vuelta al ruedo que se ganó el novillo, que fue premio justo para el eral y para el conjunto de la novillada, que aunque le faltó cierto empuje, dejó estar y expresarse a los noveles.

Al quinto de la vuelta al ruedo le cortó las dos orejas Curro Linares, del que se nota que está hecho y cuajado. Torero de corte recio, que dejó muy buenos momentos con la muleta, llevando al novillo siempre muy toreado y cosido a los vuelos de la muleta. Hubo temple, dominio y seguridad en el torero, que tuvo en todo momento a sus paisanos dándole aliento. Otra oreja de su primero, le hizo sumar en el esportón el montante de tres orejas y a sus manos fue a parar el preciado trofeo del Bolsín.

Pero si Curro ganó el certamen, quien se ganó al público fue Marcos Andreu, de la Escuela Taurina de Castellón. No estaba anunciado en el cartel pero fue la sorpresa de la tarde. Tras finalizar el festejo, lidió el sobrero, de la ganadería de Manolo Beltrán, un eral bueno y manejable que permitió al joven Marcos despertar ilusiones en el tendido.

Era la segunda novillada que toreaba Marcos, pero aún así, fue el que más en papel de novillero estuvo, con arrogancia y actitud de no dejarse nada en el tintero. Desparpajo y sobre todo conexión con el público, que es lo que faltó toda la tarde. Además, tiene un corte de torero clásico y puro, muy de la escuela madrileña. La cantera sigue dando frutos y habrá que seguirle la pista. Cortó una oreja a pesar del mal uso con el estoque, pero eso no importaba después de enseñar sus armas.

Antonio Cuadra, de Zaragoza, paseó un trofeo de cada uno de sus novillos y fue otro de los triunfadores de la tarde. Mientras que Cristian Pérez, de Albacete, aseado en su lote, falló a espadas y se tuvo que ir de vacío de la plaza.

Con este festejo culminó así un fin de semana verdaderamente intenso de la Escuela Taurina de Castellón, que ante todo nos dejó la ilusión de que siguen saliendo nuevas promesas. Marcos Andreu es una de ellas. H