El actor José Sacristán no solo habló, ayer en Castellón, de las excelencias de la obra que presenta hoy y mañana en el Teatro Principal, Muñeca de porcelana, sino que la describió como «crónica formidable de lo que está pasando». «La impunidad de los poderosos ante la corrupción, el nepotismo más flagrante y la indecencia moral que campa a sus anchas».

«David Mamet --autor de Muñeca de porcelana-- es un escritor incómodo que realiza con su obra una colonoscopia del poder», concretó, «y eso molesta, perturba a los que están instalados en ese poder corrupto», añadió.

Lo hizo en un encuentro con los medios de comunicación en el que mostró su vertiente más crítica con la actual situación que se vive en España, donde el «índice de salud moral es deficiente». «Se contaminan los poderes, se retroalimentan y el pensamiento dominante se eterniza», aseguró José Sacristán, quien además mostró su indignación palpable por los que «asienten, jalean y votan a los corruptos».

El actor, que rechazó su imagen de profeta y de juez, solo es un observador de la realidad, añadió que «además, la solución es difícil para revertir la situación» porque «hay un problema de educación a todos los niveles». Incluso, sin renunciar a su ideología de izquierdas, reconoció que «la izquierda ha perdido también el depósito moral que se le había encomendado, por lo que hay que tener un espíritu autocrítico», detalló el actor.

«HECHO TEATRAL VIVO» // Pese a ello, Sacristán reiteró sus esfuerzos, avalados por más de 60 años de ejercicio actoral, por seguir apostando por la cultura y por el teatro: «Hay que estar siempre atentos para que el hecho teatral esté siempre vivo, y eso ayude a un crecimiento intelectual». Y también invitó a la ciudadanía a que «todos y cada uno de nosotros desde nuestro ámbito podamos apostar por la cultura». H