El novillero de Burriana Héctor Edo fue el triunfador del festejo celebrado ayer en Málaga. Héctor cortó una oreja que pudieron ser dos, de no ser porque se vivieron momentos de incertidumbre tras saltar al ruedo un grupo de antis que intentaron llamar la atención. Tal fue la importancia que tuvo la faena de Héctor que incluso después de arrastrar al novillo, el público, que había estado entretenido en acallar y protestar a los desalmados que saltaron al ruedo, pidió la oreja. El premio, más que merecido.

Y es que Héctor sacó toda su artillería en una faena plena de convicción y arrestos, con recursos para solventar las características del novillo de Juan Pedro Domecq que no fue fácil. Le faltó entrega al animal y seguir los engaños aunque Edo, poco a poco lo fue metiendo en el canasto en una faena de muleta en la que logró templarse y acoplarse con el animal. Todo bajo la aprobación de Javier Conde, director de lidia que cantó la claridad de ideas del castellonense para solventar el animal. Oreja de ley para el de Burriana,