El actor ondense Víctor Palmero --la popular Alba Recio de la serie de televisión La que se avecina-- resalta el cariño con el que el público ha acogido su papel. «El brillo en los ojos de la gente al decirme palabras tan bonitas es alucinante. Estoy muy feliz porque el feedback ha sido increíble», afirma Palmero, quien estuvo ayer en el ciclo De razones y hombres, de la Fundación Caja Castellón, para hablar a fondo del Sueño de actor: de Onda a Mirador de Montepinar.

Aunque el estreno de la próxima temporada señala que no es fijo, cree que será para después del verano. Por contrato no puede desvelar novedades aunque avanza: «Vienen cambios muy fuertes para Alba». «He leído una de las tramas más alucinantes de todos los guiones que me han mandado de La que se avecina y es algo que en lo que jamás algún espectador podría imaginar ver a Alba metida. Espero que disfruten mucho de este avance de temporada», manifiesta el actor.

Preguntado por la reacción del colectivo trans a su personaje señala que «hay opiniones de todo tipo». «Lo que me llega a mí es muy bonito. Me gusta quedarme con que intentamos tratarlo desde el respeto al personaje. Alba es una mujer; es lo que me gusta reiterar, no es transexual. Ya tiene su todo puesto. Y creo que el personaje defiende a muerte, a capa y espada, su condición y estoy aprendiendo muchísimo del colectivo trans gracias a Alba».

¿Y lo más difícil de interpretar a Alba? «Para mí ha sido el sacrificio que tenéis que hacer las mujeres, sobre todo, las que son presumidas, de subiros encima de unos tacones, de llevar medias, de depilaros... Todos estos estilismos imposibles que muchas veces son bastante incómodos. El resto todo ha sido coser y cantar, porque he disfrutado mucho del proceso de creación», indica.

MEDIO CAPÍTULO // Al principio, su intervención iba a ser solo en un episodio. Le entregaron medio guion del capítulo para trabajarlo y gustó tanto que el resto del capítulo lo escribieron como que el personaje se quedaba. «En principio, era el último capítulo de una temporada, la ocho, y ni siquiera sabían si iba a estar entero. Me dieron medio trozo de guion del capítulo. El resto dependía un poco de cómo hiciera mi trabajo. Al parecer gustó y por eso me quedé», recuerda.

«Recuerdo que la directora me llamó durante la emisión y me dijo: ¿Estás viendo cómo está Twitter? Pegué un vistazo y era todo que se quede Alba, nos encanta Alba. Ha sido un subidón», dice.

Ayer ese cariño del público se palpó en el Palacio de las Aulas, adonde fue trasladada su conferencia por la gran acogida del público. No dudó en hacerse fotos, firmar autógrafos y atender a todos los jóvenes, para quienes es un ejemplo. Una situación que no acaba de asimilar: «Es precioso. Vivir cosas así son necesarias más para mí que para ellos. Vienen, te agradecen, te dicen que les has servido de motivación. Yo no me doy cuenta de que puedo hacer eso, no lo tengo asimilado, de verdad. No me gusta adjudicarme la palabra famoso. Creo que me queda mucho por recorrer todavía. Quizá por lo rápido que ha ido todo. Es precioso venir y ver que las cosas que dices de tus propias vivencias le pueden servir a alguien para algo».

El suyo es un ejemplo a seguir. Demuestra que con tesón, esfuerzo, dedicación y motivación, ningún sueño es imposible.