«Contra la invención del amor romántico y en defensa del raciocinio y las decisiones inteligentes». Así presenta Olvido Gara, más conocida como Alaska, la voz de Fangoria, su 12º álbum, Canciones para robots románticos. Ella, icono y musa de la movida madrileña, junto con el incombustible Nacho Canut, no piensan para nada en retirarse de los escenarios, donde llevan más de 40 años. Fangoria actúa el día 16, a las 00.30 horas, en Peñíscola.

--Peñíscola es un municipio muy especial, dicen. ¿Qué sienten al volver a actuar en Castellón?

--Para nosotros, Peñíscola es muy especial por nuestra cultura popular, nuestro bagaje. Conocemos la historia del Papa Luna y, además, nos recuerda, y mucho, a las películas de Berlanga, que han influido en muchas de nuestras composiciones, y al que conocíamos y queríamos.

--¿Qué encontrará el público que vaya a disfrutar del concierto?

--Bueno, los conciertos en las fiestas patronales de los pueblos son diferentes al resto de actuaciones, porque incluímos un repertorio mucho más amplio. Ofreceremos un repaso por todos nuestros éxitos y también cantaremos canciones del último disco.

--Están viajando por toda España para presentar el álbum ‘Canciones para robots románticos’. ¿Cómo está siendo su acogida?

--De momento, la gira está siendo espectacular. Esta vez, hemos notado que las canciones han sonado mucho en las discotecas o en locales de fiesta y todo el mundo conoce los temas.

--La cita escogida para describir este último disco fue ‘La estupidez real siempre vence a la inteligencia artificial’. ¿Qué quieren transmitir con esta frase?

--Tiene mucho que ver con el título del disco. Hace referencia a la eterna lucha entre la razón y los sentimientos, es decir, a esa contradicción entre la necesidad de las emociones y el dolor que estás pueden acabar causando.

--¿En Fangoria, la razón prima más que los sentimientos?

--Sí, siempre prima más la razón.

--Una de las canciones del disco se titula ‘La nostalgia es una droga’. ¿Fangoria odia la nostalgia?

--No la odiamos. El hecho de tener ya una cierta edad y una historia que nos define tiene un componente de nostalgia. Eso no es negativo. Lo malo de la nostalgia es quedarse en ella y olvidarse de que la vida sigue. Nos podemos acordar de nuestro pasado, pero hay que seguir siempre hacia adelante.

--En ‘Fiesta en el infierno’, comentan que el amor es una construcción burguesa, una invención medieval. ¿Se han vuelto críticos con las relaciones?

--Nacho dice que el amor no existe. En cambio, yo le digo que si el amor no existiese, no tendríamos nunca ningún tipo de relación. Según mi punto de vista, el amor existe y, además, hay muchos tipos de este sentimiento.

--¿Considera que Fangoria es intergeneracional?

----Yo creo que sí, ya que tenemos las mismas preocupaciones que cuando teníamos 20 años como, por ejemplo, levantarnos para ir al estudio de grabación o pinchar en una discoteca. Muchos jóvenes nos escuchan, pero porque aún nos movemos en su mundo.

--¿Cuál es la clave del éxito de Fangoria?

--El éxito es hacer lo que tú quieras. Nosotros predicamos con el ejemplo, ya que siempre hemos hecho lo que deseábamos. Han habido momentos en los que no hemos tenido una discográfica. Otras veces, hemos vendido millones de álbumes. Pero, desde 1977, hacemos lo que queremos.

--De la Movida madrileña a la actualidad. ¿Cómo ven el panorama musical actual?

--Ha cambiado muchísimo. En la movida madrileña, no existía una estructura de conciertos como ahora, ni se hacían festivales.

--En varias ocasiones, han comentado que a todos nos iría mejor si hubiesen robots. ¿A qué se refieren exactamente?

--Es una teoría o una utopía, ya que llevarlo a la práctica es imposible. Nos referimos a pensar en el bien de la mayoría, pero eso se queda cojo. Si tomamos las decisiones solo con la razón, no tendríamos compasión, por ejemplo. Por otro lado, muchas decisiones que se toman con los sentimientos también son malas.

--Siempre se han mostrado sinceros con la situación política del país. ¿Qué opinan de la actual?

--No me representan las decisiones que toman los políticos. Yo no soy yo por ese tipo de cosas.

--¿Qué aspectos le representan?

--Cuando murió David Bowie, me interesaba él. Soy yo por personas como Bowie.