Sabían que Elias Canetti, premio Nobel de Literatura de 1981, era originario de Cuenca (Canetti viene de Cañete), porque era sefardí y nunca abandonó la lengua de sus antepasados? ¿O que Asimov, el gran gurú de las novelas de ciencia ficción y del espacio, tenía miedo a volar? ¿O que Shakespeare se reencarnó, sí, sí? Lo contó ayer el escritor y profesor de la Universitat Jaume I Santiago Posteguillo, en la inauguración del Club Literario del Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Castellón.

Historias de la historia, que se recogen en su nueva obra, con las que reivindica el carácter didáctico de la literatura y la importancia de la documentación, “porque un dato te lleva a otro, y a otro, y a otro... hasta poder construir una novela de ficción o una historia novelada”, confiesa.

FUENTE DE APRENDIZAJE // No quiso caer en el tópico de que los jóvenes leen poco, “más bien al contrario, ahora con las nuevas tecnologías leen mucho texto corto (wattShapp, Facebook, Twitter...); lo que hay que conseguir es que lean también textos extensos”. “Porque la lectura es fuente de aprendizaje”, concreta.

Y “hay que leerlo todo, lecturas como entretenimiento y también aquellas que pueden servir para la reflexión y el debate, y ambos tipos de lectura”, añade el profesor de la Jaume I, consciente de “la pasión que puede llegar a sentirse con los libros”.

No desaprovechó la oportunidad de hablar del auge de la novela histórica, “que arranca a partir de tres títulos que marcaron un antes y un después, El nombre de la rosa, de Umberto Ecco; El médico, de Noah Gordón, y Los Pilares de la Tierra, de Ken Follet, y que despertaron la curiosidad de muchos lectores por saber qué es lo que ha pasado en tiempos pretéritos para entender por qué han ocurriendo las cosas de una forma y no de otra”, sostiene.

Y alaba la iniciativa del Club Literario de El Corte Inglés, “un proyecto privado que busca el saber de las cosas y profundizar en la realidad actual”, asegura. H