Ha sido una de las revelaciones de la temporada anterior. Su personalidad, eso que tanto escasea hoy día, cautivó al toreo entero. Y es que Varea tiene sello de torero bueno, de categoría, de pellizco, capaz de brotar frente a todo tipo de encastes. Todas esas condiciones han hecho que una persona con tan buen ojo como Santiago López, se fije en él. Comenzará la temporada en Olivenza y después vendrá Castellón, su tierra, donde toreará con Vicente Soler y Francisco José Espada el domingo de Magdalena, con novillos de Fuente Ymbro. Y después llegará Valencia, y posiblemente Sevilla y Madrid. Sin duda es, la temporada de Varea.

-Le espera un año clave.

-Es un sueño. No me lo creo. Es algo que me responsabiliza mucho, que me llena de presión, pero en realidad es lo que siempre he querido, lo que uno sueña desde que quiere ser torero.

-Su personalidad y transparencia han calado hondo.

-Tenía razón Juan Belmonte cuando decía que se torea como se es. Yo soy una persona sencilla y muy transparente y eso se nota en la plaza. No sé mentir y cuando no estoy a gusto con un toro o conmigo mismo, no se adornar aquello, taparlo o venderlo, eso me cuesta. Y cuando estoy a gusto, no tengo que hacer nada artificial ni forzado porque me sale solo, del corazón.

-Y del corazón a la izquierda, porque esa zurda se cotiza.

-Me veo mejor al natural, es verdad, hay otro vuelo en la muleta, otro trazo distinto. Me gusta llevar a los novillos muy por abajo y largos. La expresión que tengo en esa mano es diferente y gusta mucho al público.

-Los remates variados, de sabor antiguo e improvisados, aportan mucha riqueza a su toreo.

-Intento hacer lo que me nace y lo que me gusta, no quiero que sea todo tan esperado, mecánico o manipulado. No quiero lo repetitivo, sino sorprender, que nadie espere lo que vayas a hacer.

-¿Castellón ya ha encontrado a ese torero que espera?

-Espero darle a mi tierra la satisfacción que se merece. Ellos me han visto crecer, han visto mi evolución desde que estaba en la Escuela Taurina hasta ponerme delante del utrero. Nadie ha dicho que esto fuera fácil pero… ¿por qué no puedo serlo yo? Sería todo un honor, claro.

-¿Cómo se ve en el futuro?

-Sueño que voy a ser figura, claro, si le digo lo contrario le mentiría. El toro es el que marca la pauta y ojalá dentro de poco pueda disfrutar del privilegio de estar al lado de las figuras. Pero vivo el momento, porque cada día es un nuevo reto. El futuro ya dirá.

-Suerte en Castellón.

-La necesito porque este año se espera mucho de mí y espero estar a la altura.