Después del cardenal Cisneros ningún otro purpurado ha ejercido tanta influencia en la vida religiosa y política de España como Vicente Enrique y Tarancón», aseguró ayer en Castellón el sacerdote y periodista Antonio Pelayo. Uno de los rostros más conocidos de las corresponsalías de Antena 3 Televisión fue el invitado de honor de la Diputación provincial de Castellón para pronunciar la conferencia El cardenal de la reconciliación, dentro de los actos del Mes Tarancón.

La conferencia consiguió reunir a cerca de un centenar de personas en el salón de recepciones de la Diputación provincial para escuchar a una voz tan autorizada en la materia como es la de Pelayo. «He querido centrar mi participación en este ciclo de conferencias sobre el cardenal Tarancón enfocando su personalidad como factor de reconciliación en los tormentosos años de la historia española que le tocó vivir», señaló Antonio Pelayo.

Además añadió que «el cardenal pasó por momentos trágicos y sufrió acontecimientos complejos que le marcarían de por vida». El conferenciante recordó su relación con este insigne eclesiástico de Burriana, que alcanzó el rango de cardenal primado de Toledo, y apuntilló que durante sus años como redactor del desaparecido periódico Ya se encontró en diversas ocasiones con Tarancón y pudo entrevistarle. «Durante sus largos años episcopales una de sus preocupaciones fundamentales fueron los sacerdotes, a los que dedicó mucho tiempo y no pocas energías», manifestó Antonio Pelayo, valorando la gran personalidad de un obispo que «fue cercano y prudente».

PRESTIGIO Y AUTORIDAD // El conferenciante también destacó la aportación del cardenal durante la llamada «transición política» a la democracia, en la que la Iglesia y el purpurado burrianense jugaron un papel trascendental que hoy algunos pretenden ignorar o minusvalorar. En su opinión, «la historia reconocerá que fueron factores decisivos en ese proceso, como han reconocido historiadores de prestigio y autoridad».

El presidente de la Diputación, Javier Moliner, fue el encargado de presentar al ponente. Lo calificó como «una persona que puede dar una doble visión por su doble vocación: sacerdote y periodista». Reconoció que «Antonio Pelayo lleva más de 40 años viviendo fuera del país, trabajando como corresponsal y dignificando el noble oficio de periodista». Moliner añadió en su intervención que la relación entre Tarancón y Pelayo «derivó del ámbito profesional al humano», resaltó.

El conferenciante agradeció al presidente provincial sus palabras de presentación y le felicitó por la iniciativa de poner en relieve la figura del cardenal con este ciclo de conferencias. H