Hay unanimidad en el aficionado: la feria taurina de la Magdalena de este año es una de las mejores que se han programado. Todos coinciden en que la presencia de casi todas las figuras del momento dotan de categoría una plaza que vuelve a recuperar el esplendor que siempre tuvo. «Es una feria extraordinaria», admite el presidente de la Federación Taurina de Castellón, Ramón Quesada, que añade: «Es una de esas ferias por las que cualquier aficionado se desplaza hasta donde sea. Ha sido un gran acierto y pienso que esos días habrá una expectación enorme».

Lola Guillamón, propietaria del Hotel Doña Lola, afirma que «es una feria de diez». Al igual que el artista Ripollés, gran aficionado: «Casi ninguna feria reúne a todas las figuras y eso da mucha categoría, crea afición y supone una fuerte inyección económica para la ciudad de Castellón». El presidente del Club Taurino, Ramón Jiménez, añade que «la feria combina veteranía, toreros emergentes y locales. Están todos y si el tiempo acompaña, los resultados serán muy positivos». José Antonio Gracia, uno de los presidentes del coso de Pérez Galdós, afirma que «es un ciclo para satisfacer a la gran mayoría de aficionados. Sobre el papel, es una de las mejores ferias». El ganadero Daniel Ramos la tilda de «muy interesante» y añade que «no se le puede pedir más».

Son muchos también los aficionados que echan en falta la novillada con picadores. Uno de ellos, el ganadero Pedro Jovani: «Desde el punto de vista del aficionado, es imperdonable que no haya novillada, cuando hay en Castellón un novillero al que se le debería dar una oportunidad». Mientras que los anhelos más toristas llegan desde la calle: «Echamos en falta alguna ganadería torista como pueda ser Victorino o Miura para que haya un mayor aliciente», asevera Julio Franch, presidente de la Asociación en defensa de las tradiciones de bous al carrer.