Varea no tuvo suerte en su debut en la Feria de la Virgen de la Vega de Salamanca, uno de los abonos más importantes de septiembre. Un deslucido y rebrincado novillo de José Cruz imposibilitó el lucimiento al de Almassora.

Descompuesto embistió el novillo, por lo que no le resultó fácil a Varea atemperarlo y conducir con ritmo su embestida. Su actitud y disposición resultaron encomiables al tratar de meter en el canasto al deslucido animal, que no regaló ninguna embestida para que Varea pudiera lucirse. Una tanda meritoria le robó sobre la zurda, a base de mucha firmeza y de sostener la embestida con poder, en una de las manos que mejor domina el torero. Faena larga, de más técnica que expresión, en la que tuvo que enfrentarse a los imponderables del animal. Su labor fue acogida con frialdad por el tendido salmantino, que no acabó por entregarse a la técnica del castellonense. De nuevo, como ya es norma habitual esta temporada, no manejó la espada con el atino necesario, escuchando hasta dos avisos. Su labor fue silenciada.

Esta tarde, Varea continúa con su intenso periplo en plena temporada y hará el paseíllo en la localidad navarra de Peralta, Alternará junto a David Fernández y el valenciano Cristian Climent, para lidiar un encierro de Rocío de la Cámara y Cortijo de la Sierra. H