En tablas quedó el mano a mano entre los dos novilleros mas ilusionantes del momento: Ginés Marín y Varea, que cortaron una oreja en el tercer encuentro que ambos han mantenido en Zaragoza. La espada impidió que los dos jóvenes abrieran la puerta grande, pero lo importante es que queda la impronta de haber visto a dos grandes toreros con opciones a convertirse en figuras. La tarde que dieron en el coso de La Misericordia es de las que crean afición e ilusionan al aficionado.Varea cortó la primera oreja de la tarde al sobrero que hizo segundo bis (tras partirse un pitón el titular), donde realizó una faena en la que sobresalió el toreo de capote vistoso y variado, ya en la muleta, lo mejor llegó sobre la diestra, por donde toreó con mucho empaque y elegancia. Las trincherillas, marca de la casa, fueron un monumento al arte.SClBLa espada le jugó una mala pasada en su segundo, un novillo al que entendió muy bien y le realizo una faena de torero importante. Hubo inspiración y fantasía, siempre encajado y firme de planta, con largos pases de pecho de pitón a rabo. Cuando parecía que podía amarrar la puerta grande, se le astascó el acero y todo quedó en una ovación con saludos. Pero quedaba el sexto y una última oportunidad. Fue noble el novillo pero se aplomó pronto y se diluyeron las esperanzas. Dejó muletazos de mucho gusto pero su labor no acabó de tomar vuelo y aunque hubo petición, resultó minoritaria. Dio una vuelta al ruedo. De nuevo, el de Almassora dejó su sello en Zaragoza.SClBGinés Marín destacó en su faena a su segundo, de Garcigrande, al que le cortó una oreja y en la que estuvo a buen nivel. H