Desde que el pasado 1 de noviembre Mediterráneo adelantara que Castellón iba a contar con un parque comercial en las afueras de la ciudad a partir del 2017, la polémica, los rumores y la expectación han rodeado a este importante proyecto, del que al principio se sabía muy poco --incluso desde el equipo de gobierno-- pero del que ahora se conocen muchos más detalles.

Después de que a principios de este año se concretara el proyecto Estepark, y se constituyera al efecto la empresa Estepar 2015, las obras de urbanización de los casi 170.000 metros cuadrados de la unidad de ejecución 17-UE-T comenzaron en verano. De ellos, el nuevo parque comercial ocupará 64.000, entre el edificio, la zona verde y el aparcamiento.

Sin embargo, o al menos así se manifestó en su momento, gran parte del bipartito no disponía de información sobre este proyecto. Al respecto, los responsables de la empresa desplazados desde Palma de Mallorca a Castellón el viernes --viaje hecho, ex profeso, para “calmar los ánimos-- relataron que sí que tuvieron dos reuniones con la alcaldesa, Amparo Marco, y el concejal Rafa Simó, en las que les hablaron del parque comercial, aunque no “con todo detalle”, señalaron.

Las reacciones a la noticia no se hicieron esperar. Ese mismo día, el vicealcalde, Enric Nomdedéu, manifestó su oposición a este modelo de comercio, que va en dirección contraria al del equipo de gobierno, señaló. El portavoz de Castelló en Moviment, Xavi del Señor, incluso propuso “medidas cautelares” contra Estepark.

Otra de las cuestiones que se planteó es si el anterior equipo de gobierno tenía conocimiento sobre este proyecto. En un primer momento, desde el actual grupo municipal se aseguró que se habían enterado “por la prensa”. Sí que hubo una reunión en la primavera del 2015 entre la empresa propietaria del terreno y el entonces concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Mulet, aunque ambas partes defienden que no se habló del parque comercial.

Polémicas políticas al margen, el pequeño comercio de Castellón no ha reaccionado bien a esta noticia. Las tiendas del centro hicieron piña y se reunieron con la concejal del área, Patricia Puerta, para que el Ayuntamiento intentara parar el proyecto. Desde allí, sin embargo, les hicieron saber que aunque les apoyaban, la licencia de obras estaba en regla y la de actividad dependía de la Conselleria de Comercio.

Sin embargo, los pequeños comerciantes no se han resignado a su suerte y han creado una plataforma de oposición a Estepark e incluso han recogido firmas de adhesión a su causa. Mañana hay prevista una reunión entre la empresa promotora y la Confederación Valenciana de Comercio (Covaco) para, al menos en principio, acercar posturas.

Y es que los responsables de Estepark han defendido desde el primer momento que no tendrá “ningún efecto” sobre el pequeño comercio, puesto que las superficies que se ofertarán tendrán, como poco, 500m2, por lo que solo llegarán grandes empresas.

También se reunirán con Conselleria, que se ha mostrado contraria a este tipo de edificios. Pero pese a que se han buscado todo tipo de argumentos legales para frenarlo --buceando incluso en el PGOU de 1984--, por el momento todo hace pensar que Estepark ha llegado para quedarse. H