Pudimos considerarlo un 'chulito' en la última sesión de entrenamientos del sábado, la definitiva, aquella que decide la composición de la parrilla de salida y así fue. El alemán Sebastian Vettel, que tiene ya en sus manos el cuarto título consecutivo de F-1, logró, recuerdo, la 'pole position' en su primer intento y, luego, se bajó del coche para observar, sin casco, mirando el monitor de su 'box' si sus rivales eran capaces, que no lo fueron, de mejorar su crono.

Aquella fue la prueba de que Red Bull, los jefes de Vettel y este magistral piloto sabían que eran muy superiores a los demás. Hoy, en carrera, se ha demostrado con enorme facilidad. Vettel ha ganado su séptimo gran premio siendo el único que, cuando apareció, como cada año, el coche de seguridad, justo a mitad de carrera, no entró a cambiar sus ruedas.

Tenía entonces 10 segundos de ventaja sobre Nico Rosberg (Mercedes) y, renaudada la carrera, superó, en solo diez vueltas, ¡solo diez vueltas!, a todos los demás en 27 segundos, suficiente tiempo para hacer tranquilamente su último cambio, salir 2,9 segundos por delante de Fernando Alonso (Ferrari), que hizo otra gran carrera y acabó segundo, y terminar a 32,627 segundos por delante del bicampeón español.

ESPECTACULAR PILOTAJE DE VETTEL

Vettel rodó, cuando quiso, cómo quiso, en el momento que necesitó ¡dos segundos por vuelta! más rápido que los demás. No le importó que la aparición anual del coche de seguridad en el circuito Marina Bay, de Singapur, hiciese desaparecer la ventaja, ya grande, que acumuló en un primer periodo de pilotaje excepción, aquel que siguió a una gran salida de Alonso, que partiendo desde la séptima posición, se puso tercero, por detrás de Vettel y Rosberg, superando, en escasos 200 metros, antes del primer estrachamiento de Singapur, a Lewis Hamilton (Mercedes), Felipe Massa (Ferrari), Mark Webber (Red Bull) y Romain Grosjean (Lotus-Renault).

Tras esa salida, Vettel se fue, desapareció, primero a razón de un segundo más rápido por vuelta del pelotón y, luego, cuando lo necesitó dos segundos más veloz. Es evidente que la segunda parte del GP, cuando el 'safety car' le obligó a mostrar, al convertir en 0 su ventaja, el potencial real de su coche, inmenso, y sus prodigiosas manos, las que ya todo el mundo considera tan mágicas como las del elogiado Alonso.

EL TRICAMPEÓN NO DARÁ TREGUA

El tricampeón alemán, que ya supera por 58 puntos a Alonso en la clasificación general de pilotos, ha adelantado en número de victorias a Alonso (33 del alemán, por 32 del español), ha sumado su séptimo triunfo tras Malasia, Bahréin, Canadá, Alemania, Bélgica, Italia y Singapur y, en la línea de su maniobra del sábado, en la línea de su exhibición apoteósica de hoy en el circuito de Marina Bay, de 5.065 metros, ha demostrado que no piensa dejar ni las migajas a sus rivales, persiguiendo la victoria en los seis grandes premios que restan.

De momento, en la noche de Singapur, Vettel lideró el podio por delante de un espectacular Alonso y un calculador, cerebral y sacrificado Kimi Raikkonen (Lotus), que sufrió muchísimo debido a los fuertes dolores que afectaban a su espalda.

PODIO 94 DE ALONSO

Este es el podio 94 de Alonso, que, por tercera vez consecutiva, queda segundo, al igual que ocurrió en los precedentes grandes premios de Bélgica e Italia, donde también ganó Vettel. Es evidente que la carrera del español también fue magistral, al ganar, con un coche inferior al resto, la 'otra' carrera de Singapur, la que corren los que persiguen a un supersónico Vettel.

El Mundial de pilotos sigue liderado por Sebastian Vettel (Alemania), con 247 puntos, seguido de Alonso (España, 187 puntos), Lewis Hamilton (Gran Bretaña, 151 puntos) y Kimi Raikkonen (Finlandia, 149 puntos).