El debutante español Carlos Sainz, hijo del doble campeón mundial de rallys, se ha estrenado este viernes causando una gratísima impresión al acabar séptimo el primer día de entrenamientos libres del Gran Premio de Australia, prueba inaugural del Mundial de F-1, en el que su compatriota Roberto Merhi no pudo rodar con Manor. Los mejores cronos, como ya estaba previsto, fueron para los dos Mercedes del alemán Nico Rosberg (1.27.697 minutos) y el campeón británico Lewis Hamilton.

Sainz, nacido en Madrid hace 20 años, que había sido cuarto en el primer entrenamiento de la mañana, en el que dio 32 vueltas, marcó el séptimo tiempo en la segunda sesión, en la que se lograron los mejores tiempos del día en el circuito semiurbano de Albert Park de Melbourne.

'CARLETES'

'Carletes', como le llama cariñosamente mucha gente, repitió 41 veces el trazado australiano (de 5.303 metros) en el segundo entrenamiento y su tiempo (1.30.710 minutos) se quedó a dos segundos y cuatro décimas del que marcó Rosberg (Mercedes), que, al igual que en el primer ensayo, fue el más rápido, por delante de su compañero Hamilton. El joven holandés Max Verstappen, compañeros de Sainz en Toro Rosso y, por tanto, su principal adversario, acabó este primer día en 14ª posición, a casi cuatro segundos de Rosberg.

El debut del castellonense Merhi, de 23, deberá esperar. Recién inscrito en el campeonato, su equipo, Manor -heredero de Marussia-, que dio a conocer que el español seria piloto oficial hace apenas tres días, no fue capaz de poner este viernes sus coches en pista. En un gran premio en el que tampoco pudo debutar con su nuevo McLaren-Honda -al igual que lo hiciese la temporada 2007- otro español, Fernando Alonso.