“Bueno, es una excelente toma de contacto con la pista, una excelente manera de empezar el gran premio, pero solo es viernes y mañana, sábado, todos mejoraremos un montón, incluso la pista, que es muy, muy, especial, pero donde es vital partir desde las primeras líneas”. Fernando Alonso, que al llegar a Singapur el jueves mostró su enfado con Ferrari porque sus responsables no paran de filtrar a la prensa, especialmente italiana, noticias y rumores falsos sobre su continuidad o no en Maranello, se ha mostrado hoy muy contento del rendimiento de su monoplaza rojo, que le ha permitido, no solo quedarse a una décima del mejor tiempo del británico Lewis Hamilton (Mercedes), sino ser el más rápido en la primera sesión de la jornada.

Alonso, muy veloz todo el día

Alonso paró el crono por la mañana en 1.49.056 minutos, mientras que Hamilton lo hizo en 1.49.178 minutos. Los dos se intercambiaron posiciones en la sesión ya más nocturna, cuando el inglés de Mercedes hizo un veloz 1.47.490 y el bicampeón asturiano se quedó a tan solo 0.133 segundos de él. Luego quedó el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), tercero, a 0.300 segundos y, a continuación, el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari, a 0.541 segundos) y el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), a 0.551 segundos.

Rosberg se dedicó a probar cosas

Se da la circunstancias que tanto Vettel, cuyo monoplaza estuvo más de una hora parado en su taller reparando la rotura del motor, como el alemán Nico Rosberg, líder en solitario del Mundial de pilotos, no pudieron codearse con los mejores por determinadas circunstancias. El tetracampeón porque todó muy poco, poquísimo, y Rosberg porque decidió hacerlo con las ruedas duras, no empleando nunca el juego blando, lo que le impidió estar arriba y acabar en el puesto 13º de la teórica parrilla, con un crono que le dejó a 1.585 segundos de Hamilton