El británico Lewis Hamilton (Mercedes) lo consiguió en Melbourne, en el Gran Premio de Australia que abría la temporada y que, finalmente, fue ganado por su compañero de equipo, el alemán Nico Rosberg. Y lo ha vuelto a conseguir hoy en el primer gran premio nocturno de la temporada, el de Baréin (17.00 horas, Movistar TV), donde hizo una última vuelta escalofriante y paró el crono en 1.29.493 minutos, 77 milésimas de segundo antes que Rosberg y, de nuevo, medio segundo antes que el tetracampeón alemán Sebastian Vettel (Ferrari), que quedó a 0.519 segundos, algo menor que el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari, cuarto a 0.751) a quien le encanta el trazado de Baréin. Se trata de la ‘pole position’ número 50 de Hamilton, todo un logro.

Si en Melbourne las dos primeras líneas de salida fueron híbridas, con Hamilton y Vettel en la primera y Rosberg e ‘Iceman’ en la segunda, mañana, en Baréin, los dos Mercedes vivirán su primer doblete del domingo, pues Hamilton y Rosberg coparán la primera fila, seguidos de Vettel y Raikkonen en la segunda. En esa parrilla, el duelo de Toro Rosso se ha mantenido muy parecido pues el holandés Max Verstappen partió quinto y Carlos Sainz, séptimo; en Baréin, Verstappel partirá desde la décima posición y, detrás suyo, el hijo del bicampeón español de rallis.

ESCASO ESPECTÁCULO

Todos los pilotos volvieron a criticar la fórmula de calificación y señalaron el escaso espectáculo que provoca, sobre todo a nivel televisivo. Es más, en las dos primeras sesiones Q1 y Q2, a falta de muchos minutos ya estaba todo decidido y el 90% de los pilotos, calificados o eliminados, dejaron sus coches y se metieron en su box. "No tenía sentido seguir dando vueltas, gastando gasolina y neumáticos de carrera pues, a falta de nueve minutos, no había más que hacer", señaló Sainz, eliminado de la Q2 al inicio por falta de ruedas.