Siempre hay productos, recetas o formas de preparar cierto plato que se corresponden con una zona geográfica en concreto y que no saben igual si los pruebas en otro lugar. Por eso, cuando vives en una tierra tan rica en gastronomía como Castellón, es muy difícil quedar satisfecho cuando te vas fuera y pides algo que en tu zona natal elaboran tan bien. Esto es algo que los auténticos y las auténticas castellonenses tienen muy claro.

Esta situación suele darse, por ejemplo, cuando pedimos fuera de Castellón un carajillo de ron o ‘cremaet’, considerado tradicionalmente el ‘postre’ perfecto después de un buen almuerzo. Y es que como los carajillos de nuestra provincia, ninguno, porque nadie como los castellonenses siguen un protocolo tan exhaustivo y elaborado de preparación: quemar dedicadamente el ron junto con dos granos de café, canela en rama, azúcar, un trocito de piel de limón y mucho cariño. Solo siguiendo estos pasos obtendremos los tres niveles diferenciados del ‘cremaet’: la crema o la espuma arriba, el café en el medio y el ron abajo.

El carajillo de ron, evidentemente, se toma caliente. Sin embargo, ¿qué pasa si lo versionamos en forma de helado y, además, le añadimos pan? A continuación, desde Mediterráneo os dejamos la lista de ingredientes necesarios para elaborar un riquísimo helado de pan y carajillo y todos los pasos a seguir para ello.

INGREDIENTES: 100 gr. de miga de pan integral, 50 gr. de azúcar blanquilla, 4 huevos, 75 gr. de azúcar moreno, ½ litro de nata montada, una cucharada de piñones tostados, un carajillo de ron y sirope de frambuesa.

PREPARACIÓN: Picar las migas de pan y juntarlas con el azúcar blanco. Hornear a 190º durante 6 minutos y remover durante la cocción para que cojan color por igual. Cuando esté tostado, dejar enfriar y desmenuzar. Montar la nata e incorporar las migas frías y el carajillo frío. Mezclar bien y dejar en la nevera. Montar las claras a punto de nieve. Hacer una crema con las yemas y el azúcar moreno. Una vez listo, mezclar primero las yemas con la preparación de la nata y, a continuación, las claras a punto de nieve con movimientos envolventes. Poner en un molde, cubrir con film transparente y al congelador hasta que esté duro. Sacar y dejar que coja temperatura durante 3 minutos. Darle forma de bola y decorar con piñones y sirope.

Combina el exquisito sabor del carajillo de ron autóctono castellonense, junto con un ingrediente tan querido como el pan y otro tan refrescante y apetecible para la época veraniega como el helado.