El actor estadounidense Alec Baldwin ha indicado este miércoles mediante su su perfil en Twitter que "renunciar" a Woody Allen, como han hecho recientemente Rebecca Hall y Timothée Chalamet al donar los sueldos que cobraron por trabajar con él, es "injusto y triste".

El intérprete, que trabajó con Allen en la película A Roma con amor (2012), criticó que resurjan las acusaciones de abuso sexual contra el artista neoyorquino y señaló que ese tipo de alegaciones "deberían ser tratadas con cuidado".

Chalamet se unió este miércoles a Hall en la decisión de donar el salario recibido por su participación en A Rainy Day in New York, de Woody Allen, para ayudar a "acabar con la injusticia, la desigualdad y, sobre todo, el silencio".

El joven de 22 años anunció en su cuenta de Instagram que donará el dinero al fondo de defensa legal Time's Up, movimiento contra el acoso sexual creado por centenares de actrices y productoras de Hollywood, al Centro LGTB de Nueva York y a RAINN (Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto). Esta misma semana el actor Mark Wahlberg también ha donado 1,2 millones de euros para las víctimas del acoso sexual (tras ser señalado como uno de los exponentes de la brecha salarial en Hollywood).

Acusado por Dylan Farrow

Dylan Farrow, hija de Woody Allen y Mia Farrow, ha acusado en los últimos años al realizador de haberla sometido a abusos sexuales cuando era niña.

"Woody Allen fue investigado por dos estados y no se presentaron cargos. Renunciar a él y a su trabajo, sin duda, tiene un propósito. Pero me parece injusto y triste. He trabajado con él en tres ocasiones y fue uno de los privilegios de mi carrera", ha seguido escribiendo Baldwin en Twitter. "¿Es posible apoyar a los supervivientes de la pedofilia y de abusos y acosos sexuales y, al mismo tiempo, creer que Woody Allen es inocente? Así lo creo" (...) "La intención no es ignorar o rechazar esas quejas. Pero acusar a la gente de esos crímenes debería de tratarse con cuidado. En nombre de las víctimas, también".

Obsesión por las adolescentes

El veterano cineasta está en el punto de mira desde que a principios de mes un periodista de Washinton Post publicó un trabajo sobre la "obsesión" de Allen con las adolescentes. Richard Morgan ha basado su informe en el análisis de 56 cajas llenas de guiones, gags eliminados y anotaciones personales, un material que obra en poder de la Universidad de Princeton.

Al final, concluye que "no hay nada criminal en la fijación de un hombre de 82 años con las jóvenes de 18, pero es profunda y anacrónicamente burdo. Además, Allen no parece preocuparse en absoluto de mejorar o cambiar de actitud. Vive, piensa y crea igual que lo hacía en los años 70, hace casi medio siglo".

Según Morgan, la idea creativa que sobrevuela prácticamente toda la filmografía es la misoginia. "Ha sido nominado 24 veces a los Oscar y nunca ha necesitado ideas más allá del hombre lujurioso y su bella conquista, un concepto alrededor del cual ha hecho películas sobre Roma, París, Manhattan, Barcelona, el periodismo, los viajes en el tiempo, la revolución comunista, el asesinato, Hollywood y muchas cosas más".