Belén Rueda (Madrid, 1965) atraviesa un estupendo momento artístico. Es una de las reinas indiscutibles de la taquilla y en los últimos meses ha estrenado la comedia negra de Álex de la Iglesia ‘Perfectos desconocidos’ y ‘El cuaderno de Sara’, un intenso drama social y humano que la llevó al continente africano. Ahora regresa al género de terror tras grandes éxitos como ‘El orfanato’ o ‘Los ojos de Julia’ con ‘No dormirás’, película del uruguayo Gustavo Hernández en la que interpreta a Alma, una gurú del teatro experimental, maquiavélica y manipuladora, que llevará a sus actores al límite sin importarle las consecuencias con tal de conseguir sus propósitos.

-La película habla sobre el insomnio. ¿Usted duerme bien?

Hubo un momento, cuando mis niños eran pequeños, en que pensé que no volvería a dormir nunca más. Y terminas aceptándolo, es así y ya está. Y como tienes tanto sueño estás enfadada con el mundo y cualquier cosa te cabrea. Vives en una eterna nebulosa, tu cuerpo está en funcionamiento y tu cerebro te pide que pares. Y como no puedes, sigues adelante como un zombi.

-En ‘No dormirás’ interpreta a un personaje muy perverso...

Es un personaje muy oscuro y es cierto que me costó muchísimo introducirme dentro de él. Venía de rodar ‘El cuaderno de Sara’, que había sido un viaje muy intenso y tenía el guion encima de la mesa tentándome todo el rato. Pero no me atrevía. Entonces una amiga me llevó a ver un documental sobre Angélica Liddell y todo me cuadró, vi ahí a Alma, en su intento de trabajar las emociones a partir del dolor, de la rabia y la ira. Dice que sin sufrimiento no hay creación, qué locura, ¿no?

-¿Se le ha quedado alguna vez enquistado dentro alguno de sus papeles?

Hay que tener cuidado, porque trabajas con material muy sensible, tus propias emociones. Cuando te pasas de la raya sabes que tienes que desprenderte de eso porque si no te remueve mucho por dentro. Si no sabes cerrar una puerta, te puedes quedar tarada. Yo tengo una actitud vital muy positiva, pero adentrarte en tus fantasmas individuales tiene sus peligros.

-¿Qué personaje le ha costado más entender a lo largo de su carrera?

El que interpreté en ‘No tenga miedo’, de Montxo Armendáriz, en el que me convertía en una madre que sabía que su hija estaba sufriendo abusos por parte de su padre y ella miraba hacia otro lado. No lo podía entender, me revolvía por dentro.

-¿Cree que las últimas reivindicaciones feministas están contribuyendo a que la mujer sea capaz de denunciar sin miedo?

Las mujeres han alzado la voz durante toda la historia. Pero yo creo que por fin este fenómeno no va a quedar como algo aislado, sino que está aquí para quedarse. Lo importante es que nos hemos unido todas porque estamos hartas de la situación de la mujer en nuestra sociedad.

-Desde que se desató el escándalo Weinstein, en España siempre ha flotado la duda en el ambiente de si podríamos tener un equivalente en nuestra industria.

Yo creo que nadie tiene tanto poder aquí como el que tenía ese señor en Hollywood. Además, contaba con una red muy organizada, con extorsiones, amenazas de muerte... Quizá no se trata de buscar un Harvey Weinstein español, pero sí de denunciar las cosas que pasan a menor escala. Que haberlas, las hay. Lo importante es que cuando eso ocurra, todas nos unamos para que esa persona no se sienta desprotegida, que haya una verdadera fuerza común en su defensa.

-El año pasado se generó polémica a raíz de una entrevista sobre un comentario machista que sufrió durante su etapa televisiva...

Se sacó todo de contexto y es algo que me molesta, porque hace flaco favor a temas de que son muy serios como la violencia de género, el acoso o el maltrato. Desviarlo hacia cuestiones banales me parece imprudente y poco profesional. Yo he tenido mucha suerte, nunca me ha pasado nada, pero no por ello estoy menos sensibilizada a lo que puede ocurrir a mi alrededor.

-Su personaje de Alma es una auténtica manipuladora, ¿también lo son los medios de comunicación?

Todo dirigente sabe que tiene el poder si controla los medios de comunicación, porque contará lo que quiera y como quiera. Afortunadamente la independencia informativa garantiza que se denuncien también las cosas desde el lado opuesto.

-¿Cómo cree que se encuentra ahora el panorama político?

El otro día vi una película en la que no pasaba nada. Y me quedé hasta el final esperando a que pasara algo. Y no ocurrió. Yo creo que hemos estado así mucho tiempo. Y por fin ha pasado algo. Pero ahora no sirve solo con eso, hay que tomar decisiones reales en muchas cosas.