Sabíamos del altruismo del matrimonio que forman George y Amal Clooney, pero no deja de sorprender uno de los gestos que tuvo el actor y director de 56 años. Lo ha contado en una entrevista su amigo y socio Rande Gerber, el marido de Cindy Crawford, y se remonta al 27 de septiembre del 2013. Ese día Clooney reunió a "los chicos", su grupo de amigos, y quiso agradecerles lo mucho que le ayudaron en sus inicios como actor.

Rande Gerber contó que cuando llegaron a la cena, sobre las sillas de cada comensal había una bolsa de deportes negra. "George comenzó a decirnos: Escuchad, quiero que sepáis cuánto significáis para mí. Cuando llegué a Los Ángeles dormí en vuestros sofás. Soy muy afortunado en mi vida de teneros a todos y no podría estar donde estoy hoy sin todos vosotros. Por tanto, ha sido realmente importante para mí que, mientras sigamos juntos, os devuelva el favor. Así que quiero que abráis vuestras maletas. Lo abrimos y vimos muchos billetes de 20 dólares. Había un millón. Cada uno de nosotros, los 14 que estábamos, recibimos un millón de dólares".

Según ha explicado Gerber, la sorpresa fue mayúscula. "Uno estaba trabajando en un bar del aeropuerto de Texas, otro iba en bicicleta a trabajar todos los días, etcétera. Y todos se habían ocupado o ayudado a George en alguna ocasión y ahora él se lo estaba devolviendo". Clooney tenía una sorpresa más: "He pagado los impuestos de todos, así que este millón de dólares es íntegramente para vosotros". Gerber, que era copropietario junto a Clooney de la empresa Casamigos Tequila -que vendieron por mil millones de dólares en junio de este año- se negó a aceptar el regalo de su amigo. "Si Rande no se lleva su millón de dólares, nadie lo hará". Así que Gerber no tuvo más opción que aceptarlo, aunque lo donó a caridad, según aseguró en la entrevita. "Así es George Clooney", dijo de su amigo.

A mediados del pasado mes de agosto, el matrimonio Clooney donó un millón de dólares a la Southern Poverty Law Center (SPLC) para combatir el racismo en Estados Unidos a raíz de los disturbios y la violencia desatada en Charlottesville este verano. Un mes antes, la pareja también se comprometió con los niños refugiados y donó tres millones de dólares a un proyecto de UNICEF para lograr la escolarización en Líbano de los menores sirios.