Parece que fue ayer cuando Jordi Hurtado(Sant Feliu de Llobregat, 1957) se dirigió al público de La 2, al final de la primera emisión de 'Saber y ganar',apuntando que tenían "toda la libertad del mundo" para seguir apoyando al programa. "No nos dejen, no nos abandonen. Les esperamos", concluyó. Era el 17 de febrero de 1997 y, en esa puesta de largo, Rafael García, un participante de Tudela, se llevó 167.000 ¡pesetas! Han pasado 20 años y 'Saber y ganar' se ha convertido en el concurso más longevo de la tele en España. Las palabras de Hurtado no cayeron en saco roto. Él no cabe en su felicidad.

Déjeme que primero le felicite, porque no todo el mundo tiene el privilegio de presentar durante 20 años un concurso que, encima, es el más veterano de la tele…¡Gracias! Es un momento álgido, de alegría, de gran celebración. Lo que ha conseguido este equipo es extraordinario y único. Estamos muy felices. Mantenerse 20 años comenzando en La 2, siguiendo ahí y teniendo la gran audiencia que tenemos es único. Estamos haciendo historia; es una cosa única y brutal en la historia de la tele en España.

El día álgido de las celebraciones va a ser el viernes, 17. ¿Qué veremos? Por primera vez, el programa se emitirá en directo. Incluso, intentaremos hacer alguna pregunta sobre la actualidad que haya pasado el mismo día y jugaremos también con la hora. Me hace mucha ilusión.

Parece que esta temporada se ha puesto de moda en la tele ofrecer programas, que normalmente se emiten grabados, en directo. Buscábamos hacer alguna cosa ese día que no se hubiera hecho nunca y que sirviera para celebrar los 20 años por todo lo alto, y estar de una manera más directa con el telespectador. Tendremos a los concursantes históricos entre el público y a tres bicentenarios.

¿La estructura será diferente? Sí, y habrá sorpresas. Se ha preparado un triatlón, que está compuesto de tres pruebas: calculadora, retos y el pequeño gran minuto. Habrá 21 preguntas en total. Cada concursante hará su triatlón y a ver cómo quedan. Además, intentaremos entrar en el Telediario y así podremos saludar a los telespectadores de TVE-1.

Usted también mostrará un elemento distintivo. Tenía que estrenar algo especial: unas gafas que juegan con el rojo y el negro, que dan mucha vida al programa. Forman parte de la imagen y son como un símbolo.

¿Algún concursante les ha puesto reparos para volver? No, al contrario. Todos lo agradecen, porque se lo pasan bien, tienen mucha complicidad y hasta hacen encuentros en diferentes ciudades. Es una vida paralela en la que yo no entro, porque no me gusta mezclar la parcela privada y la profesional.

Tampoco faltará el pastel. No. Será de chocolate, porque en producción ya saben mi predilección por el chocolate negro, que comparto con la gente del equipo en el plató. Y también unas grandes velas. Será como si enviáramos un trocito de pastel a la audiencia.

¿Qué deseo formulará? Seguir disfrutando de este programa y de este equipo con esta ilusión, porque nos lo pasamos muy bien. Yo hago una cosa que me gusta y me siento muy privilegiado.

¿Es esa la valoración que haría de todos estos años? Sí, y el hecho de afianzar el programa, de lo que hemos conseguido a la hora de fidelizar a la audiencia. Cuando ves cuotas del 10,5% y 1.400.000 seguidores de media después de 20 años, es fantástico. Hemos conseguido que el público nos espere cada día. Y el valor es este: que la gente ponga la tele a aquella hora.

¿Qué momento o persona recuerda con más cariño? Ha habido muchos momentos especiales: cuando los concursantes llegan a las 100 ediciones o los minutos de oro cuando se despiden, que son muy emotivos. ¡Han sido tantos…! El programa no es solo algo que escupe la tele, sino que se establece una conexión muy grande con el público. Y lo noto cuando me paran por la calle y me dicen que 'Saber y ganar' es como de la familia. Creo que es el espacio que más cuida y respeta a los concursantes.

¿Le gusta echar la vista al pasado de vez en cuando? No, pero durante los preparativos he visto cosas y he pensado: "¡Hala! ¡No me acordaba de esto!".

Se habrá dado cuenta de que ya no es inmarcesible... ¡Claro que se nota el paso del tiempo! Uno evoluciona bien, pero 20 años se notan mucho.

Y en este punto de la conversación, Hurtado muestra una foto: "¡Mire esta cara, es de la primera temporada. Quien diga que está igual, que vaya a la óptica de mi amigo Jordi Riaza" [suelta una carcajada].

¿Qué recuerda de aquel 17 de febrero de 1997? El hecho de ver por primera vez el programa. Al acabar, me llamó Sergi Schaaff, el director, para preguntarme qué me había parecido. Y también recuerdo muchísima ilusión y ganas de que funcionase. Entonces ya se medían las audiencias y estábamos a la expectativa. No sabíamos qué pasaría y ya ve...

¿Cree que 'Saber y ganar' es una factoría de concursantes? Sí, absolutamente. Los más buenos van a otros programas, como el del rosco ['Pasapalabra']. Estos días tendremos a David Leo, que no ha hecho 100 programas con nosotros, pero ha ganado el bote más grande en otra cadena [Tele 5]. Y las cuatro chicas que triunfan en '¡Boom!' [Antena 3] proceden de 'Saber y ganar'.

Con Sergi Schaaff llevan trabajando más de 30 años. Parecen un matrimonio bien avenido... Sí, fue mi descubridor. Y con Juanjo Cardenal también coincidimos en 'Si lo sé no vengo'. Formamos un trío muy bien llevado.

Se diría que disfrutan de una luna de miel eterna... Nos sabemos coordinar muy bien. Sergi es el director y el maestro, y lo tengo muy claro. Siempre me ha dado una libertad extraordinaria y, por eso, soy tan feliz. Puedo crear e improvisar, y con Juanjo inventamos lo que nos da la gana. Sergi sabe mucho, tiene criterio y da libertad. Son cosas fundamentales para llevarse bien.

El año pasado usted nos dio un disgusto por una baja. Pareció que se hundía el mundo. ¡Ah, sí, qué lío! Las redes sociales es lo que tienen...

¿Cómo vivió estar alejado durante un mes del plató? Tenía ganas de volver a la normalidad, porque a mí no me gusta ser la noticia cuando no lo es el programa. Ahora sí que lo soy, porque los 20 años de 'Saber y ganar' son la noticia; o cuando el año que viene hagamos el 5.000, que volveremos a serlo. A mí no me gusta ser el protagonista. Lo tengo muy claro, porque no me gusta mezclar cosas privadas con el trabajo. No lo hago nunca. Lo que quería es que pasara y se olvidara rápidamente. Fue una cosa sin importancia, pero durante unos días no podía trabajar. Como los programas grabados se acababan, se tuvo que buscar a un sustituto.

Luis Larrodera. Sí, un tipo fantástico, que, además, hizo un trabajo muy difícil, porque sabía que el titular volvería y él lo tendría que dejar. Lo hizo muy bien. Es un gran maestro de ceremonias.

Cuando se despidió, se refirió a usted como "el maestro". Sí, yo sé que me tiene mucho cariño y admiración, y se lo agradezco mucho. Es recíproco.

¿Notó el apoyo de los telespectadores durante su ausencia? Sí, fue brutal, y también de muchos compañeros, como Christian Gálvez, Ramón García, Andreu Buenafuente… Todos me enviaron wasaps. Y de la gente, a través del Twitter de 'Saber y ganar'.

Hace poco recuperaron a un concursante, José Pinto, porque se habían equivocado. De sabios es rectificar. Claro que sí. El equipo lo estudió mucho y lo meditó. Pero la pregunta de 'El duelo' no le eliminó. Él pasó a 'El reto' por culpa de esa pregunta. Si hubiera superado 'El reto', habría vuelto al día siguiente. Lo bueno es lo bien que se recibió este regreso. Ha salido en todos los sitios como si fuera una gran noticia. ¡Es alucinante! Como si nadie rectificara...

Ha hecho dos 'cameos' en 'El Ministerio del Tiempo'. ¿Aceptó enseguida la propuesta? ¡Uy, corriendo! Es una serie extraordinaria y soy superfan. Ya estoy esperando la tercera temporada. A ver si se animan y me colocan también. De momento, no me han dicho nada. Les enviaré un wasap [ríe]. ¡A ver si hay suerte!

¿Tiene vena de actor? Me gusta participar de cosas diferentes y hacer un poco de actor me ilusionaba mucho. Y trabajar con Rodolfo [Sancho], Cayetana [Guillén Cuervo], Nacho [Fresneda] y Aura [Garrido]... Cuando estábamos ensayando y me daban el pie, me quedaba alucinado. ¡Eso sí que es hacer cine! Y, además, había el guiño al tiempo. Según el guion, yo le decía a Cayetana: "¿Te acuerdas de cuando le pasábamos material a Cervantes porque si no no acababa El Quijote?". Fue la recoña.

¿Le veremos, entonces, en otras latitudes profesionales? No se sabe, pero estoy abierto a ese tipo de propuestas inteligentes y originales. Me gustaría.

¿Si pudiese viajar por el tiempo, cambiaría cosas de su pasado? No, las cosas se han de dejar tal como están. Como hacen en 'El Ministerio...', que evitan que no cambie la historia de España.

'Polònia', de TV-3, parece que aún se le resiste… Pero he salido en 'Crackòvia'. Ivan Labanda me imitó en un 'sketch' y lo hizo de forma sensacional. Hasta le envié un wasap de felicitación. José Mota también ha hecho alguno. También me reí mucho, porque había un personaje que jugaba con la continuidad en un concurso. Quería que le dejasen salir y decía: "Cuando empecé a participar, Juanjo Cardenal era monaguillo". Ja, ja, ja... Es un homenaje al programa.

El 2007 es un año redondo. En enero,'Cap nen sense joguina', de Ràdio Barcelona, alcanzó las bodas de oro. Usted estuvo allí también ese día. Fue muy chulo, porque volvía a la radio en la que estuve tantos años. Flipé durante aquella hora que interviene en directo. Con Rosa Badia empezamos juntos, a los 18 años. E hicimos la prueba para entrar en Ràdio Barcelona el mismo día.

Y usted cumplirá 60 años el próximo mes de junio. Si, sí, cambiaré de número. Me encuentro muy bien y con todo un año por delante con trabajo.

¿Qué le pide al futuro? Seguir siendo feliz, como hasta ahora; trabajar en lo que me gusta, porque me siento un privilegiado, y salud. Y, en general, que las cosas vayan mejor para todos, que los jóvenes tengan un futuro más espléndido.

Si tuviéramos que someter a 'Saber y ganar' a la prueba de 'El reto', ¿con qué palabras jugaría? ILU, de ilusión; GAN, de ganas; SAB, de saber; DIR, de director, porque sin él no existiría; CON, de concursantes, que son la esencia; ESP, de espectadores, y TEL, de televisión.

No incluye al presentador en esa relación. No, porque eso lo dejo para otros. Es una parte importante, pero yo nunca pienso en mí, sino en lo que me rodea, que es lo que me ayuda a ser presentador.